Tsunade y Shizune se encontraban en la oficina de la Hokage, sumergidas en una discusión intensa sobre estrategias y misiones recientes. La tensión entre ambas era palpable, no solo por el peso de sus responsabilidades, sino por la conexión profunda que las unía en secreto.
Después de otro largo día, Tsunade finalmente decidió tomarse un momento para relajarse. Miró a Shizune con una sonrisa traviesa y, sin previo aviso, la atrajo hacia sí, sus labios encontrándose en un beso apasionado. Shizune, sorprendida al principio, no tardó en corresponder, dejándose llevar por el calor del momento.
La pasión las consumía cuando, de repente, la puerta se abrió con un chirrido. Anko, la jounin de Konoha conocida por su actitud directa, quedó boquiabierta al ver la escena frente a ella. Tsunade y Shizune se separaron al instante, sus mejillas encendidas por la vergüenza.
Anko observó a ambas mujeres con una ceja alzada, tomando la escena con calma. "¿Qué están haciendo aquí tan tarde? Parece que me he perdido de algo interesante", comentó con una sonrisa juguetona.
Tsunade intentó recobrar la compostura rápidamente. "No es lo que parece, Anko. Estábamos simplemente discutiendo unos informes."
Anko se acercó lentamente a Shizune y examinó su rostro de cerca. "Parece que Tsunade te ha dejado un recuerdo bastante evidente", señaló con un tono burlón, señalando el rastro de labial en los labios de Shizune.
Shizune se ruborizó profundamente, intentando encontrar palabras que justificaran la situación. "Es... nosotras... bueno..."
Tsunade intervino, con una mirada que combinaba determinación y cariño hacia Shizune. "Anko, por favor, esto es algo personal. Te lo agradecería si..."
Anko levantó una mano en señal de paz. "Entiendo, Tsunade. No diré nada. Todos merecen un poco de diversión, especialmente después de días como estos."
Con un asentimiento comprensivo, Anko se retiró de la oficina, dejando a Tsunade y Shizune a solas nuevamente. Las dos mujeres se miraron, compartiendo un gesto de alivio y complicidad.
"Tsunade..." comenzó Shizune, con una mezcla de gratitud y emoción en su voz.
"Tú y yo tenemos mucho de qué hablar después de esto", respondió Tsunade con una sonrisa suave. "Pero por ahora, creo que ambos necesitamos descansar un poco más."
Shizune asintió con una sonrisa tímida.
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