12: Lazos de sangre.

474 27 0
                                    

Después del desayuno, se reunieron nuevamente en la enfermería. Álex seguía al lado de Denna, que ahora dormía tranquilamente. McGonagall estaba allí, esperándolos con expresión grave.

—Me alegra ver que todos están aquí —dijo, haciendo un gesto para que se acercaran—. Denna está estable, pero debemos estar atentos. Este ritual que intentaron con ella es solo el comienzo.

—¿Qué más sabemos sobre el Devastador? —preguntó Ruslana.

McGonagall los observó durante un momento, como si estuviera decidiendo cuánta información compartir.

—El Devastador es una criatura antigua, nacida de las sombras del caos. Según los textos antiguos, es capaz de consumir la esencia de la vida misma, dejando un rastro de destrucción a su paso. Para despertarlo, se necesita el sacrificio de alguien con un corazón puro, como ya han descubierto.

—¿Y qué quiere Blackthrone con eso? —preguntó Martin, su voz llena de frustración.

—Eso es lo que debemos descubrir —respondió McGonagall—. Pero lo que está claro es que él busca poder, un poder que podría desatar un mal inimaginable sobre el mundo mágico.

Violeta y Chiara intercambiaron una mirada. Ambas sabían que su próxima misión sería crucial.

—¿Qué debemos hacer ahora? —preguntó Violeta, con la determinación clara en su voz.

—El bosque prohibido esconde muchos secretos —respondió McGonagall—. Ya han visto que hay fuerzas oscuras operando allí. Creo que su próxima misión debe ser investigar más a fondo en ese lugar. 

El grupo asintió, comprendiendo la gravedad de la situación.

—No se preocupen por Denna —añadió Pomfrey, al notar la preocupación en los rostros de todos—. Ella se recuperará, y Álex se quedará con ella hasta que esté completamente bien.

Álex, que había estado en silencio hasta ahora, asintió, con la mirada aún fija en Denna.

—No la dejaré sola —dijo, su voz cargada de determinación.

McGonagall les hizo un gesto para que la siguieran fuera de la enfermería, dejando a Álex y Denna en paz. Mientras caminaban por los pasillos, Violeta se acercó a Chiara, su presencia reconfortante.

—Saldremos de esto —murmuró, apretando suavemente la mano de Chiara.

Chiara asintió, sintiendo una mezcla de emociones que aún no terminaba de entender. Pero una cosa estaba clara: no enfrentaría esto sola.

Esa misma noche, se adentraron nuevamente en el Bosque Prohibido. La oscuridad parecía más densa, y el silencio más inquietante. Caminaban juntos, con las varitas en alto, iluminando el camino mientras avanzaban entre los árboles que parecían observarlos con ojos invisibles. 

—Debemos estar atentos a cualquier señal de magia oscura —había advertido McGonagall antes de partir, pero esas palabras resonaban en sus mentes mientras se adentraban más en el Bosque Prohibido.

El grupo avanzaba con cautela, con los nervios a flor de piel. A su alrededor, el bosque estaba en silencio, demasiado en silencio. Las ramas crujían bajo sus pies y cada sonido parecía amplificarse en la oscuridad opresiva. Era como si el mismo bosque estuviera esperando, conteniendo el aliento por lo que estaba a punto de suceder. Chiara caminaba junto a Violeta, sintiendo el calor de su cuerpo cerca del suyo, una presencia reconfortante en medio del miedo. Ruslana y Martin iban detrás de ellas, con las varitas en alto, listos para cualquier cosa que pudiera surgir de las sombras. Después de lo que pareció una eternidad, llegaron a un claro en el bosque. Era el mismo lugar donde habían encontrado a Denna la noche anterior, pero algo había cambiado. El aire parecía más denso, cargado de una energía oscura que se sentía en la piel, como si el lugar mismo estuviera impregnado de magia antigua.

USA MIS MANOS - KIVI (HOGWARTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora