CAPÍTULO 8

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-Joder, ¿qué le hiciste a esa mujer? -Dinah abrió la boca asombrada.

-No tengo idea... -Estaba al borde de las lágrimas. Había varios trozos de carne y vegetales envueltos al igual que la mermelada de la vez anterior, pan, queso y algunos caramelos. -Pero podremos cenar. -Dije con una sonrisa conmovida.

-Ustedes podrán. -La chica más alta se puso de pie, nos encontrábamos sentadas en el suelo de una esquina, realmente no solíamos hablar con las demás prisioneras, a ninguna parecía interesarle entablar amistades en ese lugar, solo llegaban y se disponían a dormir.

-Estás loca... -Jalé su brazo para que se volviera a sentar. -Dinah, nos has salvado la vida, Sofía te lo dijo, eres parte de nuestra familia ahora, así que, ven acá. -La abracé por los hombros y con la poca luz que entraba al bloque logré ver que unas pequeñas lágrimas salían de sus ojos.

Por suerte dejó de replicar y comimos casi en silencio...

-Tranquila, te hará daño. -Le dije a Sofía quien comía casi sin tomar aire.

-Lo siento, tenía mucha hambre. -Negó riendo ligeramente.

-Lo sé. -Le di un beso en la mejilla y quizá por primera vez sentí un destello de felicidad, ver a mi hermana comiendo bien en un día especial era demasiado gratificante, no sabía cómo podría agradecérselo a Lauren, por las razones que lo hiciera, era digno de agradecer.

***

-Eres una buena persona, Mila. -Escuché la voz de la chica mayor, una vez que estuvimos dentro en la "cama".

-Tú también lo eres, Dinah. -Di una media sonrisa.

-No puedes compararlo, estabas dispuesta a compartir tu trozo de pan con nosotras, y supongo que la vida te premió dándote una cena completa.

-Estoy viva gracias a ti, así que, simplemente es una forma de agradecerte. -Tomé su mano y la apreté.

-Me hubiese encantado tener una hermana como tú. -Su voz sonaba triste.

-Creí que si tenías hermanos. -Fruncí el ceño. A pesar de hablar por horas durante la noche, jamás habíamos tocado el tema de su familia, parecía incomodarla, me había hablado del chico del que se había enamorado, pero de nadie más.

-Bueno, los tengo, en realidad no sé si siguen vivos, quizá lograron escapar. -Lo decía con desdén, como si no le importase, pero algo me decía que sí.

-¿Por qué no estabas con ellos?

-Bueno, estaba tan enamorada de Kavi que decidí ir a vivir con él, mis padres obviamente no lo aceptaron y para quitarme esa idea de la cabeza me prohibieron verlo, pero yo no podía separarme de él, mis hermanos me rechazaron, nadie estuvo de mi lado, me sentía muy sola con ellos y sabía que si iba con Kavi sería feliz, así que, lo hice.

-¿Y cómo fue?

-Realmente no estuvimos juntos mucho tiempo, pasó como un mes para que los nazis vinieran y lo asesinaran por intentar protegerme. -Escuché un sollozo y lo supe, no hablaba de ese tema porque era muy doloroso para ella.

-Lo siento mucho. -Dicho esto la abracé y sentí como lloraba aún más.

-Ellos no me hicieron nada porque verme sufrir les pareció más divertido que matarme. Cuando llegué aquí, me levantaba con la esperanza de que ese día me dieran un tiro en la cabeza, quería una muerte rápida pero jamás pasó. -Tomó aire. -Eres la primera persona que me da algo de cariño en mucho tiempo.

-Yo estaré para ti ahora, Dinah. -Acaricié su cabeza. -Y saldremos de aquí. -Sentí lágrimas correr por mis mejillas y de verdad esperaba que las cosas fueran así.

GLOOM (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora