-Joder, ¿Qué le pasa? -Me solté de su agarre violentamente una vez que estuvimos dentro de su oficina.
-¿Qué te pasa a ti? Has estado ignorándome estos dos días, necesito hablar contigo, por Dios. -Dijo sumamente frustrada.
-¿Para eso tenía que gritarme y agarrarme como si fuera un trapo en el patio? -Estaba sumamente indignada de que me hubiese tratado de esa manera. Había llamado la atención de todos después de señalarme y amenazarme por haber hecho algo "terrible" por lo que iba a reprenderme ante los ojos de las demás prisioneras y guardias.
-Era la única forma de poder traerte aquí, me has ignorado todo este tiempo, ¿Qué es lo que te pasa? -Se acomodó el cabello, acción que notaba cada vez que estaba nerviosa o desesperada.
-¿Ya va a decirme qué fue lo que le pasó? Eso claramente no es un golpe con un mueble y usted parece estarse burlando de mí al intentar hacerme creer eso. -Bufé viéndola con cierto enojo.
-Ya te dije que no es nada y sanará en un par de días, ¿por qué te pones así por eso? -Elevó su voz pero inmediatamente disminuyó el volumen al darse cuenta de que alguien podía escucharla fuera.
-Porque me preocupa, ¡Maldición! -La frase salió de mi boca sin permiso y noté el rostro de la ojiverde suavizarse. Me di cuenta de lo que había dicho pero no me importó, lo único que quería era asegurarme de que la mujer frente a mí no corría peligro. Me acerqué a ella y le tomé las mejillas suavemente con ambas manos, la miré atentamente y directo a los ojos. -Yo también quiero que usted esté bien... tampoco quiero que la lastimen. -No sabía qué expresaba con mi rostro, pero intentaba comprenderla y sobre todo, la necesidad de cuidarla y protegerla estaba más latente que nunca.
-Tranquila, yo estoy bien. -Dijo suavemente rozando su nariz con la mía mientras acariciaba mi mejilla con sus nudillos. -No tienes que preocuparte por mí, ¿de acuerdo? Hazlo por ti. -Esa mirada tan tierna me hacía sentir mucho más que incluso un beso o el tipo de contacto que habíamos tenido días atrás.
-Usted también importa, por favor. Solo... necesito que sea sincera conmigo para estar más tranquila. -Pegué mi frente a la suya y escuché un suspiro de su parte.
-De acuerdo... -Esta vez parecía resignada. -Te aseguro que no corro peligro, es solo... Eduard a veces es un poco... -Quiso decir pero no aguanté, solo escuchar el nombre de ese tipo y relacionar las cosas antes de que siquiera las mencionara, me hizo hervir la sangre.
-¿Ese idiota le hizo eso? -A pesar de que necesitaba gritar y descargar mi enojo me contuve. -¿Pero qué demonios le pasa? -Me alejé de ella y me tallé el rostro en señal de frustración.
-Camz, cálmate... -Me acercó a ella nuevamente y me tomó ambas manos. -Solo lo hace cuando... -Se aclaró la garganta porque parecía no poder mencionarlo. -Cuando tenemos...
-Sí, sí, entiendo... -Negué apretando los ojos porque yo tampoco quería escucharlo. -Pero... ¿A usted le gusta eso? -Pregunté confundida, no tenía ni idea de cómo funcionaba el tener relaciones sexuales, pero el hecho de que le dejara heridas que seguían molestándola por días no parecía muy lindo.
-Claro que no... pero él así lo quiere y llevarle la contra solo alarga más la situación y lo que menos quiero es eso. -Noté como sus ojos se cristalizaron, aunque no estaba del todo segura.
-Por favor, no debería permitir que la lastime de esa manera... -Acerqué sus nudillos a mis labios y le di un suave beso. -Usted merece algo más bonito... especialmente en ese momento.
-No importa, de verdad... no te preocupes por eso. Tú debes estar tranquila. -Intentó convencerme pero yo no podía, no después de saber que la trataban de esa forma, pero no quería que ella se agobiara así que no quise insistir más.
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GLOOM (CAMREN)
FanfictionUna guerra, una crueldad fuera de este mundo y otro amor imposible. Tal vez no todos los nazis eran malos.