Una de mis manos se encontraba en la parte trasera de su cuello en un intento de acercar su boca aún más a la mía. Mi mente volaba en ese momento, lo único que procesaba eran las sensaciones percibidas por mis cinco sentidos y a pesar de que la probabilidad de arrepentirme era extremadamente alta, en ese momento ni siquiera podía pensar en eso.
La ojiverde me rodeaba la cintura con sus brazos y me apretaba más hacía ella. Al parecer esa necesidad no era solo mía, de alguna manera la quería más cerca de mí, aunque eso ni siquiera era posible en ese punto.
No sabía de dónde había sacado el valor para hacer aquello, ni siquiera pensaba en si lo estaba haciendo bien o no, en realidad estaba más enfocada en lo bien que movía sus labios y en el delicioso sabor de estos. Si eso me estaba volviendo loca, el sentir su lengua intentando invadir mi boca casi logró sacar un jadeo de mi garganta pero pude contenerlo, no quería que algún ruido de ese tipo nos sacara de la burbuja en que ambas nos encontrábamos. Claramente acepté tal ofrecimiento, no sabía ni cómo describir la sensación en mi cuerpo, un escalofrío me recorrió la espalda y sentí un calor muy extraño en mi vientre, cosa que nunca antes me había pasado pero no le tomé mucha importancia, o al menos no lo vi como algo de qué preocuparse porque la sensación no me molestaba, todo lo contrario.
Sentía como exploraba mi boca de una manera que no me imaginé que fuera posible pero me encantaba y no quería que se detuviera. En ese momento empecé a sentir un poco de nervios porque no sabía muy bien qué hacer, ¿debería intentar hacer lo mismo? ¡No! Yo no sabía cómo hacerlo, era mejor que solo disfrutara de aquel contacto sin arruinarlo con mi falta de experiencia.
Como era de esperarse, el aire empezó a faltar y del mismo modo mi mente cayó en cuenta de lo que estaba pasando pero no quería atormentarme, así que simplemente me dediqué a sentir esos últimos segundos. Cuando nos separamos ella se fue directamente a mi cuello, un solo beso y mi boca dejó escapar un gemido casi inaudible pero que no pasó desapercibido, eso fue todo, me alejé pero sin soltarme de su agarre tomé sus antebrazos para intentar controlarla.
-¡Espere, no! -Pedí apretando los ojos porque definitivamente me había costado mucho trabajo lograr rechazar lo que podría hacerme perder el control. -Eso no. -Suspiré.
-Lo siento... no quería incomodarte. -Dijo genuinamente apenada pero al parecer no tenía intenciones de soltarme y yo no hice nada al respecto.
-En realidad lo hice para no incomodarla. -Dije con una media sonrisa y ella frunció el ceño ladeando la cabeza. -Estoy sucia. -Me encogí de hombros.
No sabía qué tan cierto era aquello, mi mente me decía que no quería hacer algo de lo que me arrepentiría después, pero también me avergonzaba estar sucia y con un olor no tan agradable.
-¿Así que por eso me detuviste? -Levantó una ceja al parecer divertida. Di una leve risa pero la realidad me golpeó después de procesar mejor la pregunta.
-No creo ser solo yo la que piensa que esto está mal, señorita Jauregui. -Hice una mueca.
-Creeme que lo sé, pero... no puedo evitarlo. Lo he intentado y es una completa tortura resistirme a los impulsos que tengo de... -Dio un suspiró, esperé a que continuara pero no lo hizo.
-¿De qué?
-De esto, de besarte, de tenerte cerca. Nunca he mentido, Camila. Eres hermosa... -Apartó un cabello de mi rostro y lo colocó detrás de mi oreja sin soltar su agarre de mi cintura con su otra mano.
-Sigue sin ser correcto... -Suspiré. -Además, ¿qué se supone que significa eso? ¿Quiere besarme cada vez que tenga un impulso?
-Si no te molesta, quizá lo haga. -Sonrió con cierta picardía haciéndome reír.
ESTÁS LEYENDO
GLOOM (CAMREN)
FanficUna guerra, una crueldad fuera de este mundo y otro amor imposible. Tal vez no todos los nazis eran malos.