Habían pasado un par de días de mi regreso al campo, en realidad lo hice un día después del accidente que tuvo la ojiverde, ya que, no me quería dejar sola ahí tanto tiempo y debía volver a trabajar. Al regresar Ally me abrazó y me dijo que si necesitaba hablar con alguien que ella estaría disponible para mí, había estado muy preocupada, y a pesar de que eso me hacía sentir como si le interesara a alguien, no quería que lo hiciera debido a que su embarazo podría complicarse. Tanto ella como Dinah se habían mostrado comprensivas, y a pesar de que no tocaban el tema, me sentía acompañada y sabía que si yo quisiese hablarlo, estarían dispuestas a escucharme.
En cuanto a la ojiverde, nos habíamos visto todos los días por lo menos dos veces y sí, además de que me daba comida o algunas otras cosas que me pudiesen servir, terminábamos besándonos como ya era costumbre, no iba a negarlo, conforme los momentos se hacían más frecuentes mi mente se apagaba poco a poco al estar con ella y al quedarme sola, como si me estuviera acostumbrando y viendo los encuentros como algo mucho más habitual y mis esquemas estuviesen integrando lo que hacía con ella como algo normal, aunque era cierto que en ocasiones no podía evitarlo y terminaba sintiéndome culpable, sin embargo, ya no era tan común.
La mujer me hacía olvidar y enfocarme solo en ella. En ocasiones se quedaba mirándome para después decirme lo bonita que le parecía y yo cada vez me callaba menos lo que pensaba de ella, como que tenía los ojos más bonitos del mundo y que su aroma era completamente delicioso. Aquellos cumplidos me sonrojaban y como ya lo había dicho, Lauren era como un rayito de luz en medio de la oscuridad, tenía días atroces como era costumbre en los que veía a inocentes morir y ser torturados, también en los que me miraban con desprecio, asco, repulsión y no solo eso, sino también estaban las palabras despectivas, insultos, groserías, todo lo posible para denigrarme. Y después estaba ella, que me besaba con delicadeza, con lentitud y devoción, como si disfrutara el contacto, como si estuviese esperando todo el día solo para hacer eso y después de hacerlo se dedicaba a decirme una y otra vez que era hermosa, que le encantaban mis ojos, y esa mirada, ¡maldición! Su mirada al decirlo me hacía temblar, hacía que mi piel se erizara y que quisiera entregarle todo de mí o al menos lo que quedaba.
El miedo aparecía constantemente pero no podía dejar que lo notara, así que, me tocaba controlar mis pensamientos a mí sola. Estando con ella tenía miedo de que la guerra terminara porque sabía que eso significaba dejar de verla y de pasar esos momentos con ella, pero al separarnos mi mente pensaba de manera más racional y me repetía que lo mejor para mí era que todo terminara, de esa manera tendría la libertad no solo del cautiverio de Auschwitz sino también del de Lauren Jauregui.
-Buenas tardes, señoritas. –Escuché la voz de la ojiverde saliendo de mis pensamientos al instante y buscándola por todos lados hasta que la encontré yendo hacía la guardia que nos vigilaba.
-Buenas tardes, señorita Jauregui. –Respondió la mujer que rápidamente reflejó tensión y cierto temor.
-No se preocupen, sigan con lo suyo, solo vine a observar. –Se encogió de hombros viendo a las mujeres realizar su trabajo.
-¿Ocurre algo, señorita? –Preguntó la guardia algo titubeante.
-Aún no. –La ojiverde le dio una sonrisa bastante prepotente.
La mujer suspiró pesadamente y estaba segura de que todas las prisioneras podíamos sentir el miedo de la guardia de menor rango frente a su jefa. Lauren era más conocida por su crueldad con las guardias que con las mismas prisioneras y por los barracones se rumoreaba que ella estaba de nuestro lado porque jamás la habían visto hacer algo en contra de alguien de nosotros. Aunque no podía evitar sonreír al oír aquello y cerciorarme de que la ojiverde no mentía, me preocupaba que esos rumores llegaran a oídos de alguien que quisiera hacerle daño, ahora que sabía que ella también corría peligro, deseaba poder tener los medios para ayudarla.
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GLOOM (CAMREN)
FanficUna guerra, una crueldad fuera de este mundo y otro amor imposible. Tal vez no todos los nazis eran malos.