⑅˖♡⁠˖⑅ Capítulo cinco ⑅˖♡⁠˖⑅

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Rafa es una muy buena persona.

Contraria a la personalidad de su papá, el es tranquilo y no es nada extrovertido.

Posiblemente por eso es muy cuidado por sus padres, la gente puede llegar a lastimarlo y el no hará nada en su contra porque no quiere hacer sentir mal a las demás personas.

Y no solo sus padres lo cuidan así, generalmente tiende a hacer que las personas se preocupen por el y traten de protegerlo.

Como justo ahora.

- ¿Por qué tanto esfuerzo?- Pregunto Paul entrando a su habitación viendolo esforzándose demasiado frente al espejo.- No me digas que es por el rey de los idiotas.

- No lo llames así.- Contesto dándole una mirada de regaño por el espejo.- Y no, es una cena importante, me gusta verme bien eso es todo.

- ¿Me lo juras?- Pregunto Pau entrando a la habitación y sentándose en la cama.

- Paul.- Dijo Rafa evitando su mirada.

- Solo júrame que estaras bien pase lo que pase.- Hablo Paul con una voz que denotaba lastima.- Le haz llorado tanto quee da miedo que te quedes sin lágrimas.

- Lo juro, estaré bien.

Bajo con toda la ilusión del mundo las escaleras, casi dando saltitos por verle, hacia exactamente dos meses que no lo veia porque Ollie le dio una tarea y posiblemente fue a ingestigaro o a resolver de algún problema.

Trato de vestirse de la mejor manera, se cortó el cabello, duro horas arreglándose, práctico sus modales, el tono de voz y demás cosas, siempre trataba de verse perfecto aunque el no lo notara mucho.

Iba con toda la iluison hasta que lo vió, otra vez estaba muy bien acompañado.

Su ánimo se fue al diablo y sintió un nudo en la garganta aparecer.

Se forzó a poner su mejor cara y continuar con su camino pero hacia otro lugar, ignorando la mirada burlesca de la mujer y la de lastima que le dieron Paul y Sergio.

Hizo su trabajo como era común, no podía olvidar sus obligaciones. Sonrió toda la fiesta y saludo a toda persona que estaba en el lugar. Compartió algunas charlas con ciertos invitados y se aburrió demasiado.

Aún con el maldito ánimo por los pies fue posiblemente el mejor anfitrión.

Hablando con todos y evitando a toda costa a su familia.

Cuando todo fue demasiado y su papá le estaba lanzando miradas preocupadas, logro escabullirse al jardín.

No debió hacerlo.

Mucho menos quedarse a espiar una conversación detrás de un arbusto como un niño pequeño.

- ¿.... Mía en serio? ¿No podías encontrar algo mejor?- Pregunto una voz que no pudo identificar muy bien por lo lejos que estaba.

- Es una mujer genial, independiente en todos los sentidos.- Contesto Franco.- No es una maldita mimada que solo se preocupa de como se ve.

- Es una tonta sin modales.- Aporto Sergio que llegó de la nada y le entrego un trago a Jules.- No se pueden ir, el abuelo quiere hablar con todos.

- ¿No te quedas?- Pregunto Franco al ver que Sergio entraba a la fiesta.

- No, tengo que cuidar que tú novia no nos deje en ridículo. Idiota.

Corazones LiberadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora