⑅˖♡⁠˖⑅ Capítulo veinte ⑅˖♡⁠˖⑅

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Los embarazos siempre traen algo de buena suerte.

Posiblemente al inicio no se vea de esta manera o inclusive parezca completamente lo contrario.

Especialmente en este caso donde existen tres embarazos y ninguno parece lo perfecto que debería ser.

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Dino.

Él no está viviendo su embarazo como alguna vez lo llegó a soñar.

Y es que no puede mentirse aunque lo intente. Trata de hacerlo diciéndose a el mismo que no soño antes con este momento y que si lo hizo no lo soño con nadie en particular.

Una gran mentira.

Desde que empezó a pensar en el futuro cuando era apenas un adolescente encerrado en un internado para ser un buen esposo, solo tuvo a una persona en mente. Sebastian siempre fue lo que el quería para el futuro y cuando pensó que lo tenía, esos sueños solo incrementaron más.

Él y Sebas con una familia.

El destino y posiblemente las decisiones de ambos interfieron para que eso no llegara a suceder.

Sebastian se esforzaba por su perdón, mucho en realidad. Desde que todo salió a la luz el no ha hecho más que buscar su perdón de mil maneras. Se ha arrodillado ante él implorando su perdón entre lágrimas, ha cumplido todos y cada uno de sus caprichos, se encarga completamente de cada una de sus exigencias y se encarga de hacerle saber cuánto lo ama y lo desea cada vez que tiene la oportunidad.

Solo que Dino no tiene el autoestima para creerle.

Todo a sus oidos parecen mentiras, tal y como lo fueron al principio.

Sea cierto o sea falso todo lo que sale de la boca de Sebastian, es muy posible que se canse de todo al ver la negativa de Dino ante todo.

A cómo iban las cosas parecía que la vida apuntaba a él siendo padre soltero, obviamente con apoyo de Sebastian pero separados al final de cuentas.

Las lágrimas aparecieron en su rostro al imaginarse su futuro, uno dónde tendría que esperar en la casa de sus padres a cada fin de semana para que Sebastian viniera a recoger a su hijo para pasar algunos días con su pequeño y posiblemente con alguna mujer que se su esposa o algo parecido, mientras Dino se queda en casa llorando y anhelando una vida que no pudo ser.

Salió de su ensoñación cuando sonó el timbre y fue a abrir pensando que posiblemente era alguien de su familia o algo parecido.

- Oh buenos días, Doctor.- Saludo Dino sorprendido porque definitivamente no lo esperaba.

- Buenos días, Dino.- Dijo entrando al lugar cuando Dino abrió la puerta para eso mismo.

- Hola, Dino.- Saludo el Matt, el ayudante del doctor con una sonrisa mientras le daba un beso en la mejilla tomándole completamente desprevenido, como siempre.

- Matt.- Saludo con un tono más neutro.

Sabía que de la parte de Matt había una clara intención de coqueteó pero por su parte no existía nada. Era demasiado pronto y principalmente no era Sebastian.

- Bien, Dino.- Dijo el doctor cuando terminó la ecografía.- Todo está bien ahora, el riesgo ha pasado completamente. Puedes disfrutar estos últimos dos meses de tu embarazo.

- ¿Está completamente seguro?- Pregunto Dino emocionado sosteniendo su barriga.

- Si, felicidades Dino, serás padre de un niño muy fuerte.- Confirmo el doctor haciendo que la sonrisa de Dino creciera aún más.- ¿Quieres escuchar sus latidos ahora o después?

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