Ora por los malvados -COMPLETO-

Capítulo 61: El mayor Truco del Diablo (Parte 1)

CAPÍTULO 61: El mayor truco del Diablo (Parte 1)

Lugar Grimmauld

7 De enero de 1996

10:15 a.m.

Albus nunca había sido particularmente aficionado a Grimmauld Place. Siempre había sido un lugar envuelto por la oscuridad, lleno de un sentimiento de desesperanza que recuerda a los peores campos de batalla en los que había participado. Incluso después de todo el trabajo realizado por Molly y los niños, el miasma empalagoso del edificio estuvo siempre presente. La casa era un poco menos tenue, y no más pinturas macabras de muggles sacrificados o trofeos dedicados a las victorias de Voldemort colgadas en las paredes. Pero ese sentimiento nunca desapareció, como una mancha centenaria que había envenenado el aire.

Si no fuera por la necesidad de una sede para la Orden, Albus nunca habría pisado la mansión. Y aunque ciertamente útil, y una forma de aprovechar lo que era, objetivamente, un activo muy útil, todavía cubría todas las reuniones de la Orden con una sensación de desesperación inquieta. Era sutil, apenas perceptible, de una manera que se sentía más como una inevitabilidad que una posibilidad. Tal vez había sido esto lo que lo había llevado a Severus, la razón por la que no había pensado que era posible que Harry Potter volviera de la puerta de la muerte.

Habían pasado muchos años desde que sintió tanto alivio como cuando Andrómeda le informó que Harry se había despertado unas horas antes del amanecer. Otros asuntos lo habían mantenido ocupado durante las primeras horas de la mañana, pero ahora finalmente había encontrado el tiempo para regresar a Grimmauld Place. No se sorprendió cuando Alastor abrió la puerta incluso antes de que tuviera la oportunidad de alcanzar la perilla.

"Cómo está Harry?" era su pregunta inmediata mientras atravesaba el velo de la mansión, y la miríada de encantamientos se arrastraba por su espalda como un grupo de arañas.

"Despierta", gruñó Alastor. "Vivo. Follada siete veces al infierno. El pobre bastardo no ha dicho una palabra desde que se despertó."

"Pero es he-"

"Perfectamente bien, al menos física y mágicamente. Andrómeda le ha dado luz verde y dejó de molestarlo, aunque ella era bastante reacia a eso. Pero como dije, follada siete veces al infierno."

Mientras era triste, era algo que había esperado una vez que comenzó a investigar todo lo que Severus le había hecho al niño. La gran herida en su espalda reveló la conexión con Montague y respondió a muchas de sus preguntas sobre los eventos de este pasado Halloween, pero nunca se había sentido más como un fracaso que cuando Severus reveló que Harry lo había recibido después de menos de dos meses en Hogwarts. Incluso desde el principio, le había fallado al niño. Sabía sobre el diario de Voldemort, y cuán grande había sido el efecto tanto en él como en Ginny Weasley, pero había confiado en que Severus lo había atendido tan personal y atentamente como Poppy con la joven Weasley. Por supuesto, si Severus acababa de obligar al niño a encogerse de hombros ante esa experiencia, no lo hizo'incluso tiene que preguntar qué había querido decir cuando Severus le había asegurado que estaba cuidando al niño después de los ataques de los dementores.

Lo que temía había demostrado rápidamente ser cierto. Ya era demasiado tarde. No porque el niño naciera malvado o porque su destino fuera convertirse en quien había sido, sino porque le había fallado. Porque había confiado en la persona equivocada cuando habían dicho que lo cuidarían. Una parte de Albus quería excusarse, no sentirse tan culpable por ello. No podría haber sabido cómo Severus habría pensado que esta era la forma correcta de demostrar su amor por la joven Lily Potter. Pero la verdad era que no le había importado lo suficiente el niño cuando terminó la guerra. Neville había sido el que la profecía predijo, y Harry...Ni siquiera podía decir que lo consideraba una pieza de repuesto. Deseaba haberlo hecho. Tal vez no hubiera hecho la vista gorda y se hubiera centrado tanto en ganar la guerra en lugar de salvar a las víctimas.