Ora por los malvados -COMPLETO-

Capitulo 8: Cómo ganar amigos e influir en Gryffindors (Parte 2)

CAPÍTULO 8: Cómo ganar amigos e influir en Gryffindors (Parte 2)

Corredor de Hogwarts

17 de septiembre de 1995

23:00 horas

Harry se reclinó contra la pared, las antorchas sobre él iluminaban tenuemente el corredor abandonado mientras un conjunto de dos pasos comenzaron a resonar en el pasillo. Se obligó a mantener su mano alejada de su varita mientras esperaba que las dos personas que había estado siguiendo durante la noche se acercaran lentamente a su posición.

Habían pasado un par de días desde que los Slytherin lo habían molestado acerca de encontrar una manera de ganarse la confianza del trío, y ni siquiera habían hablado con él desde entonces. Honestamente, estaba bien con eso en este punto, después de todo pensar y recordar, no quería tener nada que ver con ellos. El problema era que sentía mucha curiosidad por Parkinson, que lo evitaba con tanta destreza como los demás.

Hubo momentos a lo largo del día, durante sus períodos libres, en los que ella desaparecía por completo del Mapa del Merodeador, y él ni siquiera podía intentar seguirla ya que desaparecía en los momentos más impredecibles, a veces incluso mientras caminaba con el grupo de Slytherin. Había considerado preguntarle sobre eso durante la clase cuando estaban emparejados, pero no lo llevaría a ninguna parte y solo la alertaría sobre el hecho de que él estaba prestando atención.

En cambio, optó por observar en silencio desde un costado mientras consideraba su próximo movimiento, no solo con sus compañeros de casa, sino con los tres Gryffindors en su punto de mira. Por eso estaba esperando a los compañeros dorados en un pasillo abandonado cerca de la medianoche.

Sus pasos se acercaban a cada segundo, y Harry incluso logró escuchar sus voces apagadas discutiendo mientras patrullaban el castillo. Con un último suspiro, Harry se arregló los lentes y se pasó la mano por su cabello obstinadamente desordenado, justo a tiempo para ser golpeado por una luz resplandeciente que emanaba de la varita de Granger.

'¡Tú!' Weasley gruñó. '¡Qué crees que estás haciendo aquí!'

'Realmente esperaba no tener que aturdirte esta vez, Ronny', dijo Harry en tono conversacional, levantándose de la pared. 'No me des una razón para hacerlo.'

'Métetelo en el culo, Potter.'

Harry reprimió su respuesta sarcástica, con gran dificultad, antes de volver su atención al otro. 'Granger, buenas noches.'

'Si crees que puedes convencerme para que no te quite puntos, estás muy equivocado'. Ella le dijo tranquilamente.

'Que me abstenga de aturdirte y apoyarte en el techo del Gran Comedor para que todos lo vean por la mañana es la razón por la que no me estás quitando ningún punto. Estoy guardando las dulces palabras para otra cosa.

'¿Quieres pedirme un favor?' Ella arqueó una ceja.

'Dios, no', se burló. 'Es más bien una propuesta de negocios'.

'Debes estar loco si crees que Hermione alguna vez se acostaría con una serpiente'. Dijo Weasley enojado.

'Te sorprendería lo que puedo hacer con un poco de tiempo y esfuerzo', las palabras salieron de su boca más rápido de lo que podía procesarlas, y Harry sonrió ante la expresión furiosa de Weasley.

'Cinco puntos menos que Slytherin por comportamiento irrespetuoso contra un prefecto, Potter', dijo Granger con una sonrisa punzante. 'Haz otro comentario como ese y me iré sin siquiera escuchar lo que tienes que decir'.

Harry levantó las cejas. 'Es justo', se encogió de hombros con una sonrisa antes de asentir hacia Weasley. '¿Tiene un botón de apagado o puedo usar un hechizo silenciador con él?'