Ora por los malvados -COMPLETO-

Capítulo 27: Cómo Salirse Con El Asesinato (Parte 2)

CAPÍTULO 26: Cómo Salirse Con El Asesinato (Parte 2)

Sala Común Slytherin

3:35 a.m.

"Tú hijo de puta!" Blaise se metió directamente en la cara. "Estamos en esta mierda por tú, y ahora qué, te estás volviendo tímido al hacer lo necesario para asegurarte de que no bajemos por esto!"

"No estoy lanzando una maldición imperdonable, Zabini! Incluso si pudiera, yo NO LO HARÁ."

"Qué en el nombre de Dios hiciste?" Una voz fría y sedosa llamó desde el otro extremo de la habitación. Harry inmediatamente se congeló, y no fue el único que lo reconoció cuando los cinco se volvieron hacia la entrada de la sala común donde Severus Snape estaba de pie, vestido con sus túnicas negras características con Pansy Parkinson parado detrás de él, sin parecer un poco avergonzado de traer a un profesor a su escena de asesinato sin consultarlo con nadie.

Hubo un silencio desgarrador cuando los cinco Slytherins miraron a su Jefe de Casa. Harry de repente se dio cuenta de todo. Podía sentir el cuerpo de Montague justo detrás de él, el M se había tallado en la cara casi ardiéndole con culpa. El caos circundante, una muestra de la gran batalla que había tenido lugar.

Todo estaba allí, todo para que Snape lo viera fácilmente. Pero no lo era. Su enfoque no estaba en Montague o en la habitación común empañada en la que estaban parados. Ni siquiera estaba mirando a ninguno de los otros Slytherins, en cambio, sus fríos ojos negros eran aburridos por sí mismos. En todos sus años en Hogwarts, Harry nunca había visto a Snape mirando a alguien, ni siquiera a él, con tanto odio como lo era ahora. Su pecho se apretó, al igual que su agarre en su varita.

No por primera vez, se preguntó qué tan bueno era el duelista Snape, cuánto poder tenía. Harry sabía que era poderoso, extremadamente, lo había demostrado contra Montague cuando había borrado su escudo esa noche. Pero Snape...siempre había habido un aura para él que le preocupaba, una que, por el momento, lo hacía inseguro sobre qué hacer. ¿Podría tomar por sorpresa al Maestro de Pociones? O si no pudiera, podría su hechizo dominar su escudo como lo había hecho con Montague.

Cientos de escenarios sobre cómo un duelo entre él y Snape caería inmediatamente volaron en su mente. ¿Lo ayudarían los demás? ¿Intentarían detenerlo? ¿Serían todos suficientes para vencerlo? Pansy. ¿Lo ayudaría o ayudaría a Snape? Ella había demostrado ser bastante buena, al menos en comparación con la mayoría de los idiotas en el DA, ¿sería suficiente para desafiar a los demás? ¿Por qué lo había traído allí?

Un fuego se encendió en su pecho cuando su traición se hizo más clara. ¿Estaba tratando de venderlos? ¿Finalmente se dio cuenta de que no podía ayudarlo? ¿Que era demasiado molesto de lo que valía para ella? ¿Por fin había cruzado la línea? Estaban en demasiados problemas, demasiado difíciles de limpiar completamente sin terminar en Azkaban. ¿Importaría si atacara a un profesor más?

Harry parpadeó, parecía que había pasado un milenio desde que Snape había hablado, pero no estaba seguro. Y luego, la sala común explotó.

"Trajiste a Snape aquí!?"

"Eres mental!?"

"Pansy! Qué hiciste!?"

"¡Silencio!" Siseo Snape, agitando la mano y silenciando a Blaise, Draco y Theo. Solo Harry y Daphne, que habían estado demasiado aturdidos para hablar, se salvaron de su destino.

Snape continuó soportando su ira sobre Harry hasta que sus ojos se desplazaron hacia el cuerpo flojo de Montague a su lado, todavía contra la pared. El profesor se acercó a él, la forma en que su capa negra se elevaba detrás de él, parecía más que deslizarse que caminar.