Ora por los malvados -COMPLETO-

Capítulo 64: El mayor Truco del Diablo (Parte 3)

CAPÍTULO 64: El mayor truco del Diablo (Parte 3)

Lugar Grimmauld

20 De enero de 1996

12:40 p.m.

El reloj estaba corriendo. Era un viejo reloj de abuelo, es madera podrida, desgastada y algo descolorida. Una preciada posesión de los negros, debe haber tenido casi trescientos años, y se encontraba en el otro extremo del pasillo fuera de la habitación de Harry. Aún así, a través del silencio, fue fuerte. Y estaba corriendo. Día y noche. Si estaba acostado en su cama o trabajando en su escritorio. Siempre estaba funcionando.

Era casi la hora. Dumbledore estaría aquí en solo unos minutos, y tenía que estar listo para salir. La idea de eso hizo que sus rodillas temblaran salvajemente, aunque eso no era raro hoy en día. Fue una sensación extraña para él, una que no disfrutó particularmente. Pero tratar de detenerlo sería inútil, así que lo soportó. Aprendí a vivir con eso. O al menos lo intentó.

"Estás listo, chico?" Preguntó Regulus, su retrato colgaba en la pared frente a él. Ya sin nadie atrapado dentro de una celda, Regulus no se perdió del sótano. Dudaba de alguien que no fuera Sirius y sabía de su existencia, y desde que Dumbledore desterró a Sirius de la casa, eso ya no le preocupaba. El ojo errante de Moody podría plantear un problema, pero había logrado esconder a Regulus sin falta cada vez que Dumbledore entraba en su habitación para hablar o Andrómeda y Ginny lo sacaban de su habitación. No podía dejar que nadie encontrara a Regulus. Especialmente ahora no.

"En otra vida, esto podría haber sido una muy buena oportunidad." Harry dijo. "Una salida fácil."

"Todavía podría ser." Odiaba la burla en la voz de Regulus, el descuido que tenía. Unos años más viejo que él, estaba claro que nunca había tenido que enfrentar algo como esto. Nada que lo vuelva frío o salvaje. No lo hizo deliberadamente, no era indiferente acerca de su misión, podía verlo. Pero a veces, se sentía más como un niño que como él. "Nunca conocí a este tipo Scrimgeour, pero si dices que es un Auror, esta es la oportunidad perfecta para salir. Varita rota, encarcelamiento falso, asalto... Eso es un boleto a la libertad allí mismo."

"No," su voz resonó en sus oídos, la única palabra que no quería decir. Qué fácil sería tomarlo como un regalo. Pero ahora lo sabía mejor. "Es demasiado fácil. Terminará siendo contraproducente o yendo al infierno de otra manera. Joder, con mi suerte terminaría en Azkaban. No. Hagas lo que hagas, sin embargo salgo mi términos."

"Así que volvemos al Plan Mummy Dearest? Has encontrado algo que dice que es posible?"

"Nada concreto."

"Y sin embargo, todavía estás basando todo tu plan en eso?"

"Necesito acceso al floo", rompió Harry. "Llanura y simple. Esa es mi única salida. Pero el floo es desactivado cada noche por el propio Dumbledore. Y a menos que alguien en el exterior lo desactive y flote dentro de la mansión, no hay salida de aquí. Esta es la mejor manera: el solo camino."

Regulus suspiró. Había odiado el plan desde que Harry se lo propuso por primera vez, pero había jugado, aunque de mala gana. "Al menos has descubierto cómo arreglar el retrato?"

"Estoy trabajando en eso. En el peor de los casos, lo resolveremos esta noche. Y si eso no funciona o surge algo más...entonces buscaremos otro plan."

"Te estás quedando sin tiempo."

"Crees que no lo sé?" Harry miró desde el suelo hasta el retrato de Regulus. "Porque lo hago muy bien. Solo que es un poco difícil escapar cuando eres un lisiado mágico."