Ora por los malvados -COMPLETO-

Capítulo 4: Fuera de las Sombras (Parte 4)

CAPÍTULO 4: Fuera de las sombras (Parte 4)

Los próximos días se sintieron más como una sola tarde. Después de su encuentro con Neville en el Pociones en el aula, las personas se habían vuelto más amigables con él, algunas debido a su postura actual contra Longbottom y otras porque de repente querían ser amigos de él.

Al principio, se sintió tentado a decirles que se enojaran, como siempre lo hizo. Nunca había sido uno para amigos, bueno, al menos no después del incidente en su primer Halloween en Hogwarts, sin embargo, se detuvo antes de hacer algo. Durante cuatro años, había sido un paria, el tipo en la parte posterior de la clase al que nadie prestaba atención, a menos que necesitaran un ensayo escrito. Este fue un nuevo comienzo, el comienzo de una pizarra limpia que definiría su futuro en Hogwarts y en el Mundo Mágico.

Finalmente estaba empezando a hacerse un nombre y ser conocido como más que el hijo huérfano de la pareja de héroes de guerra que fueron brutalmente asesinados en su propia casa después de la guerra había terminado. Sus acciones en este momento eran críticas, y si le decía a cada persona que se acercaba a él que se lo metiera en el culo, bueno, no sería inteligente.

Así que se obligó a chuparlo y jugar bien, sonrió y se rió cuando la horda de falsificaciones lo felicitó con una bofetada en la espalda e hizo una breve conversación donde fingió preocuparse por lo que estaba sucediendo en sus vidas. Era más difícil que cualquier hechizo o poción que había tenido que dominar durante su tiempo en el castillo, y le hizo querer vomitar, pero lo hizo de todos modos.

Se obligó a mantener esta actitud con todos en la escuela, incluso con los maestros, y solo la dejó caer alrededor de los otros Slytherins en su año. De alguna manera, se sorprendió al descubrir que era físicamente incapaz de mantener esta fachada con ellos, y se sentía mucho más cómodo siendo su viejo y gruñón yo. Los otros también aparentemente estuvieron de acuerdo, ya que actuaban increíblemente sospechosos de él cada vez que era un poco amable con ellos. Además, era imposible no burlarse de Malfoy por toda la mierda que hizo.

Las clases eran tan aburridas como siempre, aunque los maestros se interesaron mucho por él una vez que dejó de contenerse y realmente hizo todo lo posible, pero incluso entonces, todavía estaba detrás de Granger en algunas de las clases (la niña estaba inteligente!).

Longbottom no había hecho nada para tomar represalias contra él, aunque eso no significaba que el niño no lo pensara. Parecía que su último encuentro lo había dejado a él y a la comadreja obsesionados con él, e incluso estaban pensando en recuperarlo de alguna manera. Harry estaba realmente divertido por esto, y ni siquiera el más mínimo preocupado, ni siquiera si no tenía un dispositivo que le hiciera saber cuándo, dónde, y cómo iba a suceder.

Constantemente escuchaba las conversaciones entre el trío, pero no aparecía nada, sin embargo, logró escuchar algunas conversaciones que suponía que debían saber solo. Los tres siempre hablaban de La Orden, sea cual sea el infierno que haya sido, y había algún tipo de estática extraña que interfería con el sonido de vez en cuando. Dado el contexto de las conversaciones, Harry pensó que era una especie de lugar u escondite, pero no estaba del todo seguro.

Él, por supuesto, dejó estas pequeñas conversaciones fuera de sus informes diarios a los otros Slytherins.

Con el término sólo comenzando y habiendo muy pocas tareas, Harry logró terminar los diecisiete ensayos que se encargaron de él para el miércoles, y comenzó a repartirlos el jueves. Por lo general, cobraba diez galeones por asignación, a menos que fuera un proyecto final, que era extremadamente caro, pero ya que daba garantizado Sobresalientes, él tenía muchos clientes. Era un buen negocio de él, rastrillando en un promedio de cuatrocientos galeones por semana, aunque al comienzo del período fue ligeramente más bajo ya que las personas generalmente se rendían y pagaban sus tareas hasta después del primer mes. Había entregado quince de los ensayos el jueves y todavía le quedaban dos, uno para Finnegan y otro para Parkinson, los cuales entregaría hoy antes de que comenzaran las clases.