¿Cómo crear amor desde el vacío? (Kookmin)

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Capítulo con contenido sexual

Minnie 

Presionó ligeramente sus labios en el punto sensible debajo de mi oreja. Fue bueno que me abrazara con tanta fuerza porque de repente mis rodillas se volvieron gelatinas. Si no fuera por su fuerte abrazo, probablemente me habría caído al suelo. 

- Me dijiste que no hablara con alfas y que me corrijas si me equivoco, pero tu tío es un hombre, respondí sin aliento. Muy divertido. 

- Te reirás, dijo Jeon secamente, y luego, en broma, me mordió el lóbulo de la oreja. 

- Hazme un favor, deja de burlarte de mí. 

- Sí, señor. Como usted diga, Sr. Jeon. 

Kook levantó la cabeza y me miró, mi tono claramente no le hizo gracia. 

- ¿Qué te pasó de repente, eh?, me preguntó Jeon.

- No pasó nada, me encogí de hombros. 

- Si algo pasó, te pasó a ti. 

- Al infierno. Debería haberlo pensado antes de traerte aquí. Es mi culpa. 

- ¿Por qué? — Pregunté enojado, intentando escapar de sus manos sin éxito. ¿Por qué sólo soy un producto comprado? ¿Por qué no encajo en tu círculo? 

Jeon volvió a mirarme a los ojos. 

- ¿Estás bromeando? 

Al no ver ningún cambio en mi rostro, se inclinó hacia mi oído y susurró: "Eres el omega más hermoso de mi mundo, Jimin". Esto estaba lejos de la realidad, pero habría creído sus palabras si no hubiera visto lo que vi en el maldito baile. Y, fiel a mis principios, no me quedé callado al respecto. 

- Sin embargo, no podías quitar los ojos de un omega completamente diferente a mí, dije en voz baja. ¿Tu ex? Sentí su cuerpo ponerse rígido y cada músculo tenso, como una serpiente lista para atacar. 

- ¿Quién te lo dijo?, preguntó Jeon. 

- ¿Es tan importante? Lo importante es que no me dijiste esto. ¿Quizás porque todavía la quieres? Se alejó de mí nuevamente. Al mismo tiempo, su mano cayó aún más y terminó en mi trasero. 

- Te equivocas, dice Jeon. 

- ¿En realidad? — Pregunté captando su mirada. 

Mis ojos quedaron inmediatamente magnetizados por su lengua, que salió de su boca y rápidamente lamió sus dulces labios, y con gran dificultad logré mantener mi pensamiento en mi cabeza. 

- Pero has dejado de tocarme por completo ahora, aunque antes no podías separarte. Duermes vestido, no hablas, ni siquiera me gritas. No hace falta ser un genio para entenderlo: ya no me quieres. Sé que no tengo derecho a hacer ese tipo de preguntas, pero maldita sea, no me gusta sentirme como... como si fuera una mosca molesta. 

Jeon se quedó paralizado, mirándome fijamente, sus ojos moviéndose de un lado a otro como si estuviera buscando algo. Luego, sin decir palabra, me tomó de la mano y me condujo hasta la salida más cercana. 

- ¿A dónde vamos? — Pregunté, acelerando el paso para seguir el ritmo. 

- A un lugar más privado, Jeon respondió abriendo la puerta. 

Al momento siguiente me encontré atrapado entre la pared y el cuerpo. No tuve tiempo de emitir ningún sonido cuando sus manos se posaron en mis caderas y sus suaves labios cubrieron mi boca en un apasionado beso, al que yo, sin dudarlo, respondí con toda la ternura de que disponía. Y luego, tan rápido como todo empezó, rompió el beso y tomó mi rostro entre sus manos.