Capítulo 33: Uriel

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-Shhh. Murmuro mientras voy meciendo su cuerpo en mis brazos. Atrás siento a Beliel moverse, no puedo saber lo que hace, me encuentro a espaldas de él, luego de unos minutos, se escucha un grito, una nueva voz, entra en el laboratorio.
-¡Beliel!.
Me doy vuelta unos minutos para poder apreciar la escena, en la entrada se encuentra Uriel, él político.
-¡Deja eso ahora mismo!. Dice mientras mira a Beliel, aún no se ha percatado de mi presencia.
-Tuviste oportunidad de matarlo en la calle. <<bueno tal vez no me mira, pero ahora se, que sabe quien soy>>.
-pero te distrajeron ese par de hermosas alas ¿no es así?. Y ahora que ha sido visto y corren rumores de que ha vuelto, ¿ahora quieres matarlo? ¿Estas loco?.
Luego Beliel lanza la nevera al otro lado de la estancia, como si quisiera arrojarlo a él.
-Él me ataco, este me apunta con el dedo.
Luego decido sin mirar a Uriel, volverme nuevamente y concentrarme nuevamente en ella, solo me importa ella. Mientras ellos siguen discutiendo, al parecer sobre políticas de ángeles. Luego de unos minutos meciendo su cuerpo, se me escapa un grito.
-¡No!. Me aferro a su cuerpo. Apretando mis brazos, repitiendo una y otra vez No. Como si eso ayudará en algo. Mientras, al parecer mi grito llamo la atención de los ángeles que discutían.
-¿ por qué está tan afligido?. Pregunta Uriel.
-Su hija del Hombre. Una de tus mascotas la mató. responde Beliel, con tono desinteresado.
-No. (Uriel suena gozosamente escandalizado). -¿Podría ser? ¿una humana?¿Después de todas sus advertencias de qué nos mantuvieramos alejados de ellas?¿Despues de todas sus cruzadas en contra de sus maléficos engendros híbridos?.
Luego este me rodea como un tiburón.
-Mirate, Raffe. El gran Arcángel, de rodillas y con un par de alas de demonio colgando a tu alrededor. ¿ Y sosteniendo a una hija del hombre en tus brazos?. Comienza a reir. -Vaya, Dios si me quiere después de todo. ¿Qué ocurrió, Raffe?. ¿La vida en la tierra se volvió muy solitaria para ti? ¿Siglo tras siglo, sin ningún acompañante salvo los Nephilim que noblemente cazaste?.
Decido ignorralo y acaricio su cabello y meciendo su cuerpo, como si pusiera a un niño a dormir.
-¿ Cuanto resististe?. ¿La alejaste de ti?¿Le dijiste que no significaba más que cualquier otro animal?. Ay, Raffe, ¿acaso murió pensando que no te importaba? Que trágico. Debes estar destrozado por dentro.
Giro mi cabeza y lo miro hacía arriba, con la furia y Muerte en los ojos.
- No. Hables. De. Ella. Le digo lentamente y con furia en mi voz. Este da un paso involuntario hacía atrás. Luego el edificio se estremece de nuevo y cae polvo sobre los escorpiones moribundos. La coloco cuidadosamente en el suelo.
-Ya terminamos aquí, le dice Uriel a Beliel. -Puedes matarlo después de que sea conocido como Rafael el Ángel Caído. Sus hombros se encuentran rígidos, mostrando autoridad, pero sus piernas muestran la necesidad de salir rápidamente de la habitación. Luego Beliel lo sigue con una de las alas arrastrandose en el polvo. <<Me parte en el corazón ver mis alas en ese estado>>. Me tomo unos momentos para apartar su cabello. Luego salgo corriendo tras ellos, lanzando rugidos de furia mientras abro a golpes la puerta y subo las escaleras. Me detengo un Momento. <<No puedo seguirlos, les daré lo que quieren, que todos me vean cómo a un caído. No les daré el gusto. Y además... No puedo abandonar a Penryn>>. Me enfurece no poder arrancarle mis alas a ese bastardo. Comienzo a romper puertas y paredes y estrello lo tengo al alcance contra las puertas. Pero al final bajo las escaleras y me paro en la entrada, observo el lugar, la miro a ella, se encuentra en el suelo, totalmente inmovil, vulnerable y Muerta.

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Muchas gracias por haber llegado hasta aquí. Por favor comenten que les parece la historia, si debo corregir algo. Aprecio mucho las sugerencias y por favor voten.

Florchuu fuera😘

El Arcangel Raphael🥰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora