capitulo 35: ¿Culpa o esperanza? parte 1

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Penryn:

En alguna parte de la ciudad, un perro aulla. El sonido hueco debió perderse en el clamor de la batalla, ahogado por mi miedo y mi dolor. En cambio, mi mente lo distingue hasta que eclipsa todo lo demás. Mientras estoy recostada y paralizada sobre el frio pavimento, lo único que puedo pensar es que se trata del sonido más solitario que jamás haya escuchado. Mi Madre, quien sigue gritando, corre hacía mí. Se lanza sobre mi cuerpo y llora histéricamente. Cree que estoy muerta, pero todavia teme por mi. Teme por mi alma. Después de todo, Acaba de ver cómo un demonio entrego mi cuerpo. Alrededor de nosotras, la gente explota en expresiones atemorizadas.
-¿Qué demonios fue eso?
-¿Está muerta?
-¿Él la mato?
- ¡Debiste dispararle!
-No sabia si estaba muerta
-¿Acabamos de ver al diablo?
-¿Qué demonios esta haciendo?
Estaba entregando mi cuerpo a mi gente. Pudieron haberle disparado. Pudo haber sido atacado por otros ángeles. Si en realidad estaba muerta, me pudo haber dejado en el sótano, para ser sepultada por los escombros. Raffe pudo haber perseguido a Beliel para recuperar sus alas. Debió haber frustrado los planes de uriel y no dejarse ver por los otros ángeles. En vez de eso, me entregó de vuelta a mi familia.
-Es ella. Es Penryn. Dee-Dum me mira. Esta cubierto de hollín, parece agotado y triste.
Luego puedo ver a Obi. Éste me mira durante un momento.
-Vamos. Dice obi, cansado. - ¡Moveos!. Les grita al grupo. ¡Saquemos a estas personas de aquí!.
La gente camina deprisa a mi lado y sube a los camiones.todos me miran al pasar. Mi madre me aprieta más fuerte y sigue llorando.
- Por favor, ayudenme a subirla al camión. Dice en llanto.
Obi se detiene y le ofrece una mirada compasiva.
- Lo siento por su hija, señora. Pero me temo que no hay lugar para... Me temo que tendrá que dejarla. Se da la vuelta y llama a sus soldados. - Que alguien ayude a esta señora a subir al camión.
Un soldado se acerca y la levanta, alejándola de mí.
- ¡No!. Mi madre grita y gime y se retuerce en los brazos del soldado. Mientras tanto siento que algo que me levanta. Que alguien me carga. Mi cabeza cae hacía atrás y puedo ver quién es la persona que me sostiene.
Es la pequeña Paige.
Ella me levanta y me levanta hasta colocarme en la caja de una camioneta. Solo puedo ver todas sus marcas que recorren su pequeño cuerpo. <<Como quisiera poder cerrar los ojos>>.
Mi hermana pequeña me coloca en un banco, empotrado en uno de los lados de la caja de la camioneta. Las personas se mueven para abrirnos espacio. Mi madre surge de entre la gente y se sienta junto a mi cabeza, colocandola en su regazo. Su llanto sigue pero la histeria se ha disipado. Paige se sienta junto a mis pies. Obi debe estar cerca, porque todos los que estaban en la caja de la camioneta miran hacia afuera, como si esperaran el veredicto. ¿me dejarán quedarme?
- vámonos de aquí. Ya hemos perdido mucho tiempo. ¡subid a esta gente a las camionetas! ¡Huyamos antes de que todo vuele en pedazos!.
¿Qué volará en pedazos? ¿El nido?
Las camionetas se llenan de gente. Poco después de retirarnos, un camión grande se estrella contra el edificio, bajo el falso amanecer de la luz del fuego. El primer piso del nido explota en una bola de fuego. A través de las llamas, el humo y los escombros, personas y ángeles corren y vuelan del nido como insectos desperdigados. El fuego asoma por las ventanas. Mi corazón se comprime, me pregunto si Raffe estaba dentro del nido. No vi hacía dónde se fue cuando me dejó. Espero que esté a salvo. Entonces, el nido se desploma, lentamente. Hordas de ángeles circulan arriba, observando la masacre. Los humanos contraatacaron. Hemos declarado la guerra a cualquier ser que se atreva a pensar que puede aniquilarnos sin una pelea. No importa lo celestiales o poderosos que sean, este es nuestro hogar y lucharemos por él. La victoria está lejos de ser perfecta. Se que muchos de los ángeles han escapado solo con unaas cuantas heridas. Hasta ahora, nadie creia que hubiera posibilidad de defendernos. Ni yo misma lo creía. Pensamos que la guerra había terminado, pero Obi y sus luchadores de la residencia nos han demostrado que esto apenas comienza. Nunca lo pensé antes, pero estoy orgullosa de ser humana. Tenemos tantos fallos. Somos frágiles, seres confundidos, violentos, y luchamos contra tantos problemas. Pero al final, estoy orgullosa de ser una Hija del Hombre.

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Ya nos estamos acercando al final de la primera parte de esta historia. Espero que les guste.

Muchas gracias por haber llegado hasta aquí. Por favor comenten que les parece la historia, si debo corregir algo. Aprecio mucho las sugerencias y por favor voten.

Florchuu fuera😘

El Arcangel Raphael🥰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora