CAPÍTULO 31

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CESAR PARRA.

Mi mente el bombardeada por miles de recuerdos, los cuales me hacen sentir inquietos. Intento abrir los ojos, pero simplemente no puedo. Escucho voces, mejor dichos ruegos para que despierte, la angustia está reflejada en los sollozos de perdón de mi familia y de T/n. Intento moverme o hablar, pero no puedo. La oscuridad vuelve a envolverme y aunque luche es en vano, mi mente vuelve a estar en blanco.

Cesar, mi niño despierta. Tus hijos te necesitan - es la inconfundible voz de Paola - No sabía que mi silencio te haría sufrir tanto. Por favor despierta.

Todavía nada, mamá - solloza T/n - Tengo miedo, mama. Y si todo vuelve a ser como antes. Yo sé, pero...está bien. Taylor va a pasar por ustedes más tarde.

Cesar, mi amor. Necesito saber que estás bien, dame una señal de que todo va a volver a ser como antes. Que seremos la familia que siempre soñamos. Por favor mi amor... - solloza - Los niños ya te extrañan...

Obligo a mi cuerpo a despertarse, a decirles que estoy bien, pero este simplemente no me responde.

- Saluden a papi. Él está dormido, pero los escucha - les dice T/n y me alegra saber que mis niños están aquí.

- Hola, papi - solloza Ana Julia - Ayer me hiciste mucha falta y lloré porque por mi culpa te golpeaste tu cabecita - sus palabras me angustia, ya que ella se siente culpable cuando los culpables son otros - Prometo no ponerme en peligro solo si tú te despiertas, no llevas a la casa y no vuelves a irte.

Oh, princesa. Eso es lo que más deseo.

- Hola, papi - dice Paul, su voz no es la misma de antes y sé que está triste - Hoy les dije a mis amiguitos que tenía un papi súper, super divertido y Rodrigo no me creyó. Yo quiero que te despiertes, te extraño mucho y además quiero que me lleves al cole y todos los niños me vean agarrado de tu mano y vean que no les hablo mentiras. Por favor papi despierta - me ruega y por ellos tengo que apartarme de esta maldita oscuridad.

Siento sus besos en mis mejillas y eso significan que se van. Mi respiración se acelera al escuchar la puerta, abrirse en ese mismo instante, abro los ojos para detenerlos. No quiero que se vayan.

- Paul, Ana Julia - mi voz es ronca -
T/n, no se vayan por favor - suplicó. Escuchó un sollozo, cierro los ojos y vuelvo abrirlos hasta acostumbrarme a la luz e intento en vano incorporarme en la cama.

- Mi amor, tranquilo - solloza Paola está a mi lado y me hace volver a la cama.

- ¡¡Papi!! - chillan mis hijos y vienen corriendo hacia mí, mis ojos se llenan de lágrimas y el nudo en mi garganta es más fuerte - Por fin despiertas - dice Paul emocionado.

- Qué bueno que despertaste - solloza Ana Julia y toma mi mano. Volteo a cada lado y no puedo creer que en verdad sean mis hijos. Los mismos que me llevaron al borde de la locura cuando supe de su existencia. Acarició sus mejillas y ellos sonríen con ternura.

- Mis niños - sollozo - Los quiero tanto - es inevitable que el llanto se apodere de mí, ha sido tanto tiempo viviendo en la oscuridad, solo, sin motivos ni razones y ahora lo tengo y nada.

- Cesar - es ella, mi T/n, la mujer que amé desde el primer día que la vi, la misma que le dio sentido a mi vida, pero también se lo quito cuando se alejó - ¿Te sientes bien? - solloza, abro los ojos y la miro, no es la misma T/n que recuerdo, su pelo es negro, sus ojos negros, pero sé que es ella solo una persona puede hacerme sentir de esta manera con solo su presencia y esa es ella.

- Voy a buscar un doctor - solloza Paola y sale de la habitación, veo a T/n limpiar sus lágrimas y las mismas salen sin control otra vez, le ofrezco mi mano y su mano temblorosa la toma, la lleva a sus labios y la besa.

Te quiero de vuelta👨‍👩‍👧‍👦✨️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora