Te quiero de vuelta👨‍👩‍👧‍👦✨️

CAPÍTULO 16

CESAR PARRA.

Las reuniones y revisiones de contratos han sido excesiva estos dos días, por una parte, es bueno, ya que sé que al final del día podré cerrar alguno y obtener muchos beneficios. Lo único que no me agrada de esto es que no he podido estar mucho tiempo con Alaia, para ser más exacto desde el miércoles al mediodía no le hago el amor han pasado 48 horas y cada segundo que pasa mi cuerpo la necesita más y más, he tenido la suerte de que ella ha servido mi café y me ha dado uno que otro de sus espectaculares besos cuando estamos solos, haciendo que la desee más cada día. Escucho un toque en la puerta y eso solo quiere decir una cosa, el señor Maxwell llego para nuestra reunión.

- Pase - digo y pongo los documentos en la carpeta, la puerta se abre y veo a Alaia entrar.

- El señor Maxwell lo espera en la sala de juntas - me informa, le hago señas con mi dedo para que se acerque, ella pone seguro a la puerta y luego hace su camino hacia mí, me pongo de pie para recibirla en mis brazos y la beso como si fuera la última vez, como si mi vida dependiera de ello... - Los niños quieren ir al estreno de una película animada esta noche. ¿Te nos unes? - pasa sus dedos por mis labios para quitar los restos de labial.

- ¿A qué hora? - pongo un mechón de pelo detrás de su oreja y beso su nariz.

- A las 7, ¿Está bien para ti? - veo la emoción reflejada en sus hermosos ojos.

- Perfecto - ella sonríe y me encanta cuando pasa sus dedos por mi cabellera para acomodarlo - Qué tal si después de llevar a los niños a la cama nos dedicamos un tiempo solo para nosotros? - muevo mis cejas de arriba abajo en manera subjetiva haciéndola sonreír - Yo te protejo esta vez - susurro en su oreja recordando la rápida conversación que tuvimos acerca de no habernos cuidado las veces anteriores y la decisión de Alaia de tomar la píldora de emergencia sin consultármelo. Ya programo una cita con un especialista para ver algún método anticonceptivo porque no me gusta la idea de que esté arriesgando su salud tomando esas cosas. Además, solo será cuestión de tiempo para que tengamos nuestros propios hijos.

- Me parece estupendo - sonríe y besa mis labios - Ahora creo que tiene una reunión pendiente, señor Parra.

- Así es, señora Lambert. La amo, recuérdelo siempre...

La reunión con los Maxwell se hizo interminable y mientras escuchaba sus argumentos como un zumbido a lo lejos, mi mente daba miles de vueltas planeando como hacer que esta noche fuera especial para Alaia y los niños. Hora y media después el contrato fue firmado y el lunes Ros se encargaría de poner esa empresa en funciones nuevamente.

- Un placer, señor Parra - cerramos el negocio con un apretón de manos.

- Lo mismo digo, señor Maxwell - él sonríe satisfecho al saber que su empresa seguirá a flote. Lo acompañamos hasta el lobby y Alaia me mira con picardía e intenta disimular una sonrisa. Mis labios se curvan y tapo mi boca con mis dedos.

- ¿Soy yo o aquí como que se está cocinando algo? - la voz de Ros detrás de mí me devuelve a la realidad. La miro y niego.

- ¿De qué hablas? - ella mira a Alaia y luego a mí en manera subjetiva - Creo que estás resfriada - pongo las manos en su frente y ella niega.

- Cesar Paul Parra Ruiz... - me reprende.

- Tenemos algo pendiente para hoy o ya nos podemos ir - finjo mirar mi reloj - Tengo una cita importante esta noche.

- ¿Por qué no le preguntas a Alaia Lambert, ella es la que lleva tu agenda? - levanta una ceja y yo la miro sorprendido - No te preocupes, Cesar. Tú, más que nadie merece ser feliz, disfrútalo - palmea mi hombro y vuelve a su oficina. Miro a la mujer que me tiene de un ala desde que llego a mi vida por unos segundos hasta que su mirada se posa en mí. Con mis dedos le lanzo un beso imaginario, me doy la vuelta y regreso a mi oficina. Llamo a Taylor para decirle mis planes y él me dice que cuente con él para lo que necesite. Solo me queda ir a casa, darme una ducha y disfrutar de mi futura familia...