CAPÍTULO 25

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MARATÓN 4/4.

ANDREA PARRA.

Después de un largo día de trabajo en la boutique, sumándole a eso, la molesta visita de Jiapsi para decir no sé cuántas cosas de Alaia y tener la descarta idea de pedirme que la ayudara a separarla de Cesar "Realmente está loca". El remordimiento carcome mi mente y es difícil no sentirme miserable en estos momentos, llego a mi casa, mi escape, mi refugio. Y me encuentro con mis dos amores esperándome para cenar. Amanda, al ver que entro a la sala, se levanta del sofá y viene corriendo hacia mí.

- Mamiii - dice emocionada, dejo en el suelo lo que traigo en las manos y la tomo en mis brazos, lo abrazo fuerte y es inevitable no pensar en mi hermano y sus hijos, él nunca ha tenido este tipo de recibimiento y la culpa me corre por dentro.

- ¿Cómo está mi princesa? - beso su mejilla y él sonríe.

- Bien, mami. Te estamos esperando para cenar.

- Qué rico, ¿Y qué vamos a comer?

- Pizza - dice emocionada.

- Amanda ve a lavarte las manos - Kevin llegué a mi lado y cuando bajo a Amanda ella se va corriendo al baño, él se acerca y me besa - ¿Cómo estuvo tu día?

- Demasiado largo - él me abraza y sus brazos me reconfortan.

- ¿Mucho trabajo? - yo asiento e intento sonreír - ¿Solo eso? - me cuestiona instruyendo que algo me pasa. Vuelvo asentir, me da una mirada de que no me cree, me toma de la mano y me lleva al comedor.

La cena como siempre es pura risa y divertida por las ocurrencias de mi niña. Al terminar la llevo al baño para cepillar sus dientes, luego pongo su pijama y la llevo a la cama y como digno hija de su padre cae dormida, inmediatamente su cabeza topa la almohada. Arropo su cuerpecito, beso su mejilla y salgo de la habitación para ir a la cocina a limpiar los platos, pero ya Kevin lo hizo. Lo veo sacar una botella de vino de la nevera, toma dos copas y me pide que lo acompañe a la terraza, nos sentamos en el columpio que Carlos, Cesar y Christian hicieron especial para mí, tomo la copa de vino que Kevin me ofrece y doy un largo trago de mi copa, el líquido ácido y frío arranca un suspiro de mi boca.

- ¿Qué te tiene tan preocupada, Andrea? - quita la copa de mi mano y me hace mirarlo - No creo que solo el trabajo en la boutique te tenga así.

- Hoy me tope con Cesar y T/n en el colegio. Él está tan feliz con ella mejor dicho con ellos que me da terror pensar que va a pasar cuando descubra la verdad, no por ella, sino por nosotros - bebo de mi copa y continúo hablando - Todo este tiempo hemos sido responsable de su soledad, de su tristeza y ver todo lo que ella ha logrado en tampoco tiempo me lleva a cuestionarme si hace siete años mi familia y yo hicimos lo correcto al acusar a T/n de aquel accidente. Estoy segura sé Cesar no nos va a perdonar esto. Le arrebatamos los primeros años de la vida de sus hijos y le ocultamos la existencia del amor de su vida.

- No te martirices de esta manera, mi amor.

- No me martirizó, Kevin. Solo me pongo en su lugar y creo que no lo habría pensado dos veces para escapar y proteger a mis hijos, pero tampoco habría soportado que me robaran los primeros años de su vida, al igual que toda mi vida. Por más que Cesar nos ame, nunca nos va a perdonar lo que le hicimos y te juró que no soportaría su rechazo, no lo soportaría... - Kevin me abraza, mientras fuertes sollozos sacuden mi cuerpo. Yo le fallé a mi primo de la manera más vil, le mentí. Todavía recuerdo las veces que me preguntaba si antes de su accidente él no tenía pareja o estaba conociendo alguien o cuando me contaba que soñaba que esa castaña que lo hacía sentir bien aniquilar fuera solo en sueños. Siempre mi respuesta era la misma.

Te quiero de vuelta👨‍👩‍👧‍👦✨️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora