Capítulo 26: Un Fantasma del Pasado Parte 1

257 35 12
                                    


Después de las duras palabras de su hermana, el príncipe Lucerys se cuestionó toda la noche sobre su herencia otorgada como el siguiente Señor de las Mareas. No habían oído noticias sobre Lord Corlys desde que lady Baela había partido hace dos días a Driftmark para ayudar a la princesa Rhaenys con su cuidado.

Se levantó de su cama y deambuló por los pasillos de la Fortaleza. Llegó al salón de la mesa pintada y observó cada uno de los siete reinos que su ancestro Aegon el conquistador había unido como uno solo.

Deslizo su mano por encima de la mesa donde estaba ubicada Driftmark, observando el tallado en silencio por un par de minutos, perdido en sus pensamientos.

- ¡Ah, aquí estas!- la princesa Rhaenyra ingresó al salón con una tierna sonrisa.

- ¿Que pasará si la serpiente marina no se recupera y muere?- se precipitó a preguntar con rapidez el príncipe.

- Luke...

- ¡No puedo ser el Señor de las Mareas!. El abuelo fue el más grande marinero que ha existido. Yo me mareo incluso antes de que el barco salga del puerto. Lo voy a arruinar todo.- el príncipe respiro profundo para soltar la siguiente declaración.- Yo no quiero Driftmark. Debió haber sido pasado a Sir Vaemond, o incluso a Daenerys, ella está mejor preparada que yo, como le gusta recordármelo.- murmuro lo último con fastidio.

- Nosotros no escogemos a nuestro destino Luke, el nos escoge. Y tu hermana tendrá otros deberes los cuales cumplir, al igual que tú.

- Tu nos contaste que el abuelo te dejo escoger ser su heredera.

- ¿Y quieres saber la verdad de ello? - Rhaenyra emprendió su camino hacia su hijo.- Estaba aterrada, tenía catorce años, un año menos que tú ahora. No estaba lista para ser Reina de los Siete Reinos, pero, era mi deber. Y con el tiempo entendí que tenía que ganarme mi herencia

- Yo no soy como tú.

- ¿En que modo, mi dulce niño?

- Yo no soy... perfecto.- miro a su madre, quien tenía una reconfortante sonrisa.

Rhaenyra se acerca a él y acuna su rostro uniendo sus frentes, buscando sus ojos marrones pardo para transmitirle calma. Dejó tres besos en el espacio entre su ceja y su línea de cabello, demostrándole el amor que le tenía a su hijo.

- Estoy lejos de serlo.- acarició los rizos del menor, acomodándolos detrás de su oreja.- Mi padre cuido de mi y me ayudo a prepararme para mis deberes. Tu madre lo hará contigo.

- Rhaenyra.- el príncipe Baelor entró al salón.-Noticias de Driftmark y... Pentos.- sostuvo en alto las  dos cartas.

Al oír que habían noticias de Driftmark, Lucerys miró a Baelor con preocupación, su respiración se aceleró y parpadeó repetidamente asustado por el contenido de esa carta. Lucerys temía que algo malo le hubiera pasado a su abuelo y ahora el tuviera que cargar con su legado.

Rhaenyra tomó una de las manos de su hijo, al notar su estado. Y Luke respiro profundo, expulsando los nervios de su cuerpo, tratando de ser fuerte frente a su madre.

- No te preocupes, Luke.- el Targaryen posó su mano sobre el hombro de su hijastro.- Son buenas noticias.  Baela dice que Lord Corlys ya está saliendo más de su recámara a paseos cortos. Aunque aún debe ayudarse con un bastón.

Ambrosía de Dragones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora