Capitulo 17: Marea Alta en Driftmark

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📍Greenstone

- Ya enviamos una carta a Driftmark informando el estado de Lord Corlys.
- Gracias maestre.- Addam le agradeció cordialmente.

Nos encontrábamos en el asentamiento de la Casa Estermont, en la isla de Greenstone. Corlys estaba siento atendido por sus maestres.

Al parecer había llegado un poco tarde a la batalla, por que Corlys había sido atacado en su barco cuando se dirigía a Bloodstone.

- Deberíamos dejar a Lord Corlys descansar.
- Es una buena idea. - me levante del sillón que estaba al lado de la cama.
-Mi hijo podría escoltarla a su habitación, princesa.- sugirió Lord Walder Estermont.
- No, gracias. -ni siquiera me di el tiempo de dirigirles la mirada.

Durante estos tres días que pasamos en la fortaleza velando por la salud de Corlys. El Lord estuvo insistentemente empujando a su hijo mayor a mis brazos esperando que algo más que una amistad sucediera, pero obviamente no tenía cabeza para eso en ese momento.

- No se preocupe mi Lord, yo escoltare a la princesa.- Addam se colocó a mi lado.
- Pensándolo bien. - pase en frente de Addam, ignorándolo.-Acepto que su hijo Emmon me escolte. Siempre es grata su compañía. -le di una sonrisa falsa al padre e hijo presentes en el cuarto.

Ambos Estermont sonreían de oreja a oreja creyendo que estaban ganándose mi favor.

¡Pobres idiotas!

Addam me miraba con confusión. Me conocía lo suficiente como para saber que la presencia de Emmon me parecía insulsa. Pero seguía molesta con él por haberme mentido, y lo que menos quería era tener que oír nuevamente sus estúpidas excusas.

• 5 minutos después

La caminata con Emmon se me hizo eterna. No veía la hora de que acabara esta tortura. Se la pasaba alardeando de la vez que había derribado de su caballo al hijo de Borros Baratheon en un torneo que se celebró en Storms End.

- Le di justo en el pecho y....-contaba con entusiasmo.
- Y lo derribo de su caballo, lo sé.- rodé los ojos llena de aburrimiento, y empecé a cuestionarme la elección de acompañante que había tomado. - Me lo conto ayer en la cena.
- Lo siento princesa. Creo que la aturdi con estas cosas de hombres.- soltó una pequeña carcajada que fue muchísimo más gracioso que todo lo que salia de su boca.-La dejare para que descanse. Adiós, princesa.-beso el dorso de mi mano.
- Adiós.- zafé mi mano de su agarre.

Me di media vuelta y con apuro ingresé a la habitación. Pegue mi espalda a la puerta y deje escapar un suspiro mientras cerraba mis ojos.

-Al fin sola.

Un toque en la puerta hizo que volviera a abrir los ojos de golpe.

¡Maldita sea! Por que no me dejan tranquila

Abrí la puerta de golpe y me encontré a Addam parado frente a mí.

- ¡¿Qué?!
- ¿Podemos hablar?
- ¡No!-cerre la puerta en su cara.
- No te quitaré mucho tiempo.
- Voy a dormir. Hablaremos mañana.

No oí ninguna réplica de su parte, lo cual me pareció raro. Pegué mi oreja a la puerta y oí el sonido de sus pasos alejandose.




(...)




Al alba tomé mis cosas y fui en busca de Meyrax. No aguantaba un día más en Greenstone.

- ¿Qué haces? ¿A dónde te vas? - Addam seguía mis pasos.

Subí por las cuerdas que estaban por el cuello de Meyrax y me acomodé en la silla de montar.

- ¿Iras a Driftmark? -pregunto sin recibir respuesta de mi parte.- ¡¡Daenerys!!

Ambrosía de Dragones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora