Día 9: Sexo en el embarazo

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—Anubis— Simo cerró los ojos mientras los labios del dios seguían devorando su boca

—Anubis— Las manos inquietas tomaron su rostro para prohibirle retirarse o respirar

—Anubis— hablaba con dificultad, sintiendo las manos del moreno tomar sus muñecas y hacer que rodeara sus caderas para volver a besarlo. Lo sentia tan desesperado.

—Anubis, el bebé

—Se le antojo

—¡Anubis! — el finlandés lo amonesto frunciendo el ceño ante tales palabras

—Bien, yo quiero, pero es que si no es por el bebé ya no haces nada por mi — mentira. Hacia todo, absolutamente todo por Anubis pero en esos momentos no lo veía, veía como Simo no cumplía sus caprichos; haciendo un drama de la situación.

—Bien, solo acuéstate y no hagas ningún esfuerzo, yo me encargo ¿sí?

—Y que solo me toques— habló haciendo pequeños círculos en el pecho del finlandés— eso no suena como un trato justo.

—Solo no hagas mucho esfuerzo

—Claro— se recostó, siendo desnudado por Simo, colocándose justamente entre sus piernas mientras sus manos lo masturbaban, metiendo un par de dedos en su recto que hicieron suspirar.

Los dedos de Simo eran tan precisos que no duro demasiando en correrse, pero las piernas del pelinegro aprisionaron al finlandés entre su cuerpo

—Métemela —pidió

—Anubis

—Por favor, quiero sentirte, me siento vació

—¿Y si te lastimo?

—Pues se cuidadoso, no te voy a soltar hasta que lo hagamos como la pareja que somos y con un bebé en camino—El finlandés suspiro, no es como si quisiera resistirse demasiado a la situación, extrañaba a Anubis, sus toques e intensidad, verlo dormido era algo lindo, pero tenia que admitir que lo que realmente extrañaba de él era su energía durante el día y su ferocidad por las noches.  

SakariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora