Día 21: Posparto / Depresión

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—¿Quieres hablar? —preguntó Anubis, observando a Simo, quien se mantenía en guardia al lado de la cuna de su bebé.

Era absurdo, pero Simo se sentía inexplicablemente triste y desesperado. Conocía los síntomas, pero ¿no se suponía que esos sentimientos eran cosa de Anubis? ¿Por qué él se sentía así? Anubis había asumido la responsabilidad, entonces ¿por qué esa tristeza lo abrumaba? ¿Acaso no había hecho lo suficiente? Cada día se volvía más duro consigo mismo.

Sin responder, simplemente tomó a Anubis y lo abrazó, acomodándolo en su regazo y aferrándose a él.

El dios chacal no dijo nada; solo correspondió al abrazo y se quedó en silencio, el soldado finlandés extendiendo su mano para alcanzar la pequeña mano regordeta de su hijo, que ya dormía en su cuna.

—Anubis Hayha, suena bien, ¿no? —murmuró, escuchando la pequeña risa de Simo, que se negaba a soltarlo. —Sakari Hayah —repitió, riendo de nuevo. 

SakariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora