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(...)
-Escuchó tu respiración agitada, tranquila, no voy a hacerte nada malo, alteza" -aquella voz se escuchó detrás de ella, al voltear vió unos ojos azules con delineado negro, cabello castaño, brazos fuertes, un garfio, y una sonrisa de lado-
-¿Quién eres? -Preguntó Amelia-
-Algún día lo descubrirás.
Cuando Amelia estaba por acercarse, cayó en un agujero, no gritaba, solo veía lo que había en el agujero mientras caía, ella bajaba y bajaba, hasta que por fin, cayó al suelo, y al hacerlo se despertó abruptamente. Abrió los ojos y se sentó rápidamente, estaba sudando y su respiración estaba muy agitada.
Vió la hora y eran las 8:00 am, era hora de levantarse para sus clases.
ִֶָ𓂃 ࣪˖ ִֶָ🐇་༘࿐
-¡Lia! -Un chico con sombrero comenzó a correr hacia la banca donde se encontraba la mencionada-
La pelinegra río un poco -¿Estás bien? ¿Qué sucede?
-El...Hada...Madrina...me...mandó...a... buscarte -habló con dificultad el chico por correr-
-No me digas que es por el proyecto de lectura -dijo soltando un suspiro de cansancio, el chico asintió y ella soltó un quejido para después recostarse en la banca donde estaba sentada-
-¿Qué pasa? -Preguntó su amigo-
-Es que, he estado super estresada con los proyectos, con las calificaciones, tengo que hacer dos cuadros para el viernes, tengo tres examenes mañana ¡Y lo peor es que no he podido dormir bien! -Amelia se encontraba tan estresada y enojada que no notó que su collar blanco tenía una luz verde que crecia poco a poco, Dylan se dió cuenta de esto-
-¡Amelia!
-¡¿Qué?! -El chico señaló su collar, Amelia confundida dirigió su mirada a este y notó el brillo, se le quedó viendo fijamente y sus ojos reflejaron una luz verde-
-Amelia... -La chica comenzó a escuchar del collar como la llamaban- Amelia...
Derrepente, Amelia estaba en un bosque, era de noche y hacia frío, la chica volteaba a sus alrededores llamando el nombre de Dylan.
-Amelia...-La voz la llamó nuevamente, esta vez se escuchaba a las espaldas de ella, al voltear vió una brillante luz verde, se acercó a esta casi hipnotizada, y cuando la iba a tocar, sintió una mano en su hombro haciendo que volviera a la realidad.
