𝟏𝟑-𝐀𝐦𝐨𝐫

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Bridget había pasado la mayor parte de la mañana en la cocina, preparando un té de hierbas y una sopa ligera, los únicos alimentos que su madre podía tolerar debido a la enfermedad que la había debilitado en las últimas semanas

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Bridget había pasado la mayor parte de la mañana en la cocina, preparando un té de hierbas y una sopa ligera, los únicos alimentos que su madre podía tolerar debido a la enfermedad que la había debilitado en las últimas semanas. Desde que Aizawa se había mudado con ellas, Bridget había asumido la mayor parte de los cuidados de su madre, sintiéndose agradecida por el apoyo y la ayuda que él le brindaba.

Con el té caliente y la sopa en una bandeja, Bridget subió las escaleras hacia la habitación de su madre. Cuando abrió la puerta, se encontró con su madre acurrucada en la cama, su rostro pálido y cansado. Las ronchas, un síntoma visible de su enfermedad, cubrían sus brazos y cuello, provocando un malestar que ni siquiera los medicamentos parecían calmar del todo.

Bridget dejó la bandeja en la mesita de noche y se sentó al borde de la cama, acariciando suavemente el cabello de su madre. La mujer abrió los ojos y sonrió débilmente al ver a su hija, aunque el dolor era evidente en su mirada.

─Aquí tienes, mamá ─le dijo Bridget en lenguaje de señas, acompañando sus palabras con gestos amables─. Te preparé algo ligero.

La madre de Bridget asintió, tratando de incorporarse en la cama con la ayuda de su hija. Mientras la ayudaba a sentarse, Bridget no pudo evitar notar lo frágil que se veía. Era difícil ver a la mujer que siempre había sido tan fuerte y protectora en un estado tan vulnerable.

─Gracias, querida ─murmuró la madre de Bridget, tomando la taza de té con manos temblorosas.

Bridget se quedó a su lado, observando cómo su madre tomaba pequeños sorbos, intentando calmar el malestar en su estómago. Cuando la taza estuvo medio vacía, su madre la dejó a un lado y miró a Bridget con ojos llenos de afecto y preocupación.

─Estoy orgullosa de ti, Bridget ─dijo su madre con voz suave, aunque algo quebrada─. Has sido tan fuerte, cuidándome y manteniendo todo en orden.

Bridget negó con la cabeza, sus ojos brillando con lágrimas que se esforzaba por contener. No era fácil, pero lo hacía porque amaba a su madre más que a nada en el mundo.

─Tú siempre has cuidado de mí ─respondió Bridget en señas─. Es mi turno de cuidarte.

La madre de Bridget sonrió y, aunque le costaba moverse, extendió la mano para acariciar la mejilla de su hija.

─Siento que esto sea tan difícil para ti ─dijo,─. No quería que tuvieras que pasar por esto.

Bridget tomó la mano de su madre, sosteniéndola con delicadeza.

─No me importa cuán difícil sea ─aseguró Bridget, su determinación reflejada en cada movimiento de sus manos─. Estoy aquí para ti, mamá. No estás sola.

Pasaron un rato en silencio, simplemente disfrutando de la compañía mutua. Bridget le aplicó una loción suave sobre las ronchas, aliviando en parte la picazón que tanto le molestaba. Cada vez que su madre gemía de dolor, el corazón de Bridget se encogía, pero ella mantenía una expresión tranquila, sin querer preocuparla más de lo necesario.

𝐌𝐢𝐫𝐚𝐦𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐚𝐦𝐨𝐫『𝑨𝒊𝒛𝒂𝒘𝒂 𝑺𝒉𝒐𝒖𝒕𝒂 𝒙 𝒐𝒄』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora