𝟏𝟗-𝐏𝐢𝐧𝐭𝐚𝐦𝐞

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Aizawa y Bridget estaban de pie en la habitación que habían destinado para su bebé, observando con orgullo el progreso que habían hecho

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Aizawa y Bridget estaban de pie en la habitación que habían destinado para su bebé, observando con orgullo el progreso que habían hecho. La habitación, que alguna vez estuvo vacía y sin vida, ahora estaba pintada de un suave color menta pastel, dándole un aire de tranquilidad y esperanza. En el techo, Aizawa había colocado estrellas que brillaban en la oscuridad, un pequeño detalle que hacía que la habitación se sintiera mágica.

Bridget, con seis meses de embarazo, se movía con cuidado, pero con una leve sonrisa en su rostro. A pesar de las dificultades y los temores que había enfrentado, cada paso en la preparación de la llegada del bebé le traía un poco de alegría y emoción. Aizawa, siempre atento, la observaba de cerca para asegurarse de que no se esforzara demasiado.

─Asegúrate de no levantar nada pesado ─le dijo Aizawa en lenguaje de señas, sus ojos suaves pero firmes mientras la ayudaba a acomodar una pequeña cómoda blanca.

Bridget asintió, agradecida por su cuidado, y se centró en organizar la ropa del bebé. Pequeños trajes, calcetines diminutos y gorros se acomodaban cuidadosamente en los cajones, cada uno doblado con ternura. Aizawa, mientras tanto, se ocupaba de colocar los pañales en su lugar, asegurándose de que todo estuviera listo para cuando llegara el momento.

─La habitación está quedando perfecta ─señaló Bridget, moviendo las manos con delicadeza mientras observaba cómo Aizawa organizaba los muebles. Aunque su cara mantenía la expresión tranquila de siempre, en sus ojos brillaba un destello de felicidad.

─Quiero que todo esté listo para nuestro pequeño ─respondió Aizawa, devolviéndole la mirada con una sonrisa cálida─. Quiero que se sienta amado y bienvenido desde el primer momento.

Aizawa tomó una pequeña manta de cuna de color crema y la extendió sobre el colchón, alisándola con cuidado. Luego, ayudó a Bridget a colocar un móvil de estrellas y lunas sobre la cuna, uno que había escogido especialmente por sus colores suaves y relajantes.

Cuando todo estuvo en su lugar, la pareja se detuvo por un momento, admirando el trabajo terminado. La habitación, con sus paredes de menta pastel y sus estrellas brillantes, se sentía como un refugio seguro y acogedor, un lugar perfecto para su bebé.

Bridget se acercó a Aizawa, tomándolo de la mano y apretándola suavemente. Aunque todavía quedaban desafíos por delante, en ese momento, sentía que juntos podían superar cualquier cosa. Con cada preparación, con cada pequeño detalle, el amor y la dedicación que compartían por su futuro hijo se hacía más evidente.

─No puedo esperar a que esté aquí con nosotros ─expresó Bridget, usando el lenguaje de señas mientras se apoyaba en el hombro de Aizawa.

─Yo tampoco ─respondió Aizawa, inclinándose para besar su frente─. Será un bebé muy amado.

Juntos, salieron de la habitación, dejando atrás el espacio que pronto estaría lleno de vida y risas.

Esa noche, después de un día agotador preparando la habitación del bebé, Aizawa y Bridget finalmente se acostaron. La habitación estaba a oscuras, iluminada únicamente por la luz suave de la luna que entraba por la ventana. Bridget estaba recostada de lado, con una almohada apoyada bajo su vientre para mayor comodidad, mientras Aizawa se acomodaba a su lado, acercándose lentamente.

𝐌𝐢𝐫𝐚𝐦𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐚𝐦𝐨𝐫『𝑨𝒊𝒛𝒂𝒘𝒂 𝑺𝒉𝒐𝒖𝒕𝒂 𝒙 𝒐𝒄』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora