En las más diversas culturas, la concepción religiosa acerca de la muerte, se encuentra contenida en la propia concepción de la vida y ambas no se separaran. La muerte no es concebida como el punto final de la vida, por el contrario los yoruba y otros grupos africanos que conformaron la base cultural de las religiones afro-brasileñas, creen que la vida y la muerte se alternan en ciclos, de tal modo que aquella persona fallecida puede regresar al mundo de los vivos, reencarnando en un nuevo miembro de su propia familia. Para los yoruba, existe por un lado, un mundo en el cual habitan los seres humanos en contacto con la naturaleza, es el mundo de los vivos el cual es llamado Aiye, y por otro, el mundo de los Orisas, de otras divinidades y espíritus, es allí adonde van los que mueren, es el llamado orum.
"Para los yoruba no existe la concepción cristiana de cielo e infierno, cuando alguien muere en el aiye, su espiritu o una parte de él, va hacia el orum, donde puede retornar al aiye naciendo nuevamente. Los espiritus de personajes ilustres, ya sean reyes, grandes sacerdotes, fundadores de ciudades etc..son cultuados y se manifiestan en Festivales Egúngún".
Los ancestrales femeninos reciben el nombre de Ìyámi Agbá (mi madre anciana) pero no son venerados individualmente, su energía como ancestro es aglutinada, en forma colectiva y representada por Ìyámi Oxorongá, llamada también Ìyá NIa (la gran madre). Esta inmensa masa energética que representa el poder de lo ancestral colectivo femenino y venerado por "Sociedades Gëlèdé", son compuestas exclusivamente por mujeres, y solamente ellas detienen y manipulan este peligroso poder.
Mascara GëlèdéAdemás de la "Sociedad Gëlèdé", existe también en Nigeria la "Sociedad Oro", nombre dado al culto colectivo de los ancestros masculinos cuando no se individualiza. Oro es una divinidad como Ìyámi Oxorongá, siendo considerado el representante general de los antepasados masculinos y venerado solamente por hombres.
Otra forma de culto a los ancestros masculinos es elaborada por las "Sociedades Egúngún", las cuales tienen como finalidad celebrar ritos a hombres que fueron figuras destacadas en sus sociedades o comunidades cuando vivos, para que ellos continúen presentes entre sus descendientes de forma privilegiada, manteniendo en la muerte su individualidad. Esos Eguns son venerados de forma adecuada y especifica por su sociedad, en lugares y templos con sacerdotes diferentes a la de los Orisas. En Brasil, dicho culto fué reconstituido en Bahía en unas pocas casas especialmente dedicadas a ello, entre las más importantes se encuentra el Candomble Egúngún de la Isla de Itaparica. "Egúngún es la presencia ancestral, representante de un linaje familiar, en el cual está simbolizado un Orisa como ese ancestro divinizado que dió origen a esa familia otorgándole una existencia material".
No obstante, la aparición de los Eguns es cerrada, de gran misterio, diferente del culto a los Orisas (el trance acontece durante las ceremonias públicas); El Egúngún simplemente surge en el salón causando impacto visual y usando la sorpresa como rito; Se presenta con una forma corporal humana totalmente recubierta por una ropa de tiras multicolores, que caen de la parte superior de la cabeza formando una gran masa de paños de la cual no se ve ningún vestigio de lo que es o de quien está bajo la ropa. Habla con una vos gutural inhumana, ronca o a veces aguda, metálica y estridente, característica de Egun, llamada de séégí o sé, que está relacionada con la voz de un mono marrón, llamado ijimerê en Nigeria.
Según diferentes tradiciones religiosas, existen dos posturas, una de las cuales asegura que bajo esa vestimenta solo se encuentra la energía del ancestral, en cambio otras corrientes afirman que bajo las ropas se encuentra algún iniciado en el culto a egun, llamado mariwo, en trance (aunque esto contradice las leyes del culto que dicen que los mariwo no entran en trance), más allá de ello todos coinciden en que Egun se encuentra entre los vivos, y es imposible negar su presencia, ya sea energética o mediúnica, pues: "las ropas allí están y esto es egun".
EgúngúnLa ropa de Egun, llamada Eku en Nigeria u Opá en Bahía, o el Egúngún propiamente dicho es alta sacra o sacrosanta y, por dogma, ningún humano puede tocarlo. Los Egun-Agbá (ancianos) también llamados de Baba- Egun (padre), son Eguns que ya tuvieron sus ritos completos y sus voces serán liberadas para que ellos puedan conversar con los vivos.
Los Apaaraká, son Eguns mudos y sus ropas son más simples: no tienen tiras y parecen un cuadro de paño con dos telas, una frente a otra atrás, los cuales todavía se encuentran en proceso de alcanzar su status de Babá (son traviesos e imprevisibles, asustan y causan terror al pueblo).
Existen varias calificaciones de Egun: como Babá y Apaaraká, según sus ritos, y entre los Agbá, según sus ropas, atavíos y maneras de comportarse aunque las calificaciones en realidad son bastante más extensas.
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Ocultismo, Arte, Ciencia y Filosofía
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