Después de hallar mencionado en los estudios acerca del gnosticismo muchas veces el texto clave llamado La Hipóstasis de los Arcontes, quisimos acceder a su texto en castellano.
Sólo encontramos en es.scribd.com, primero, un mamarracho de traducción, y luego una traducción (estropeada con infinitud de signos estrambóticos) que dice que se ha basado en la traducción francesa de Barc y Roberge, de un excesivo tufillo católico.
Por ello acudimos a la corriente traducción inglesa de Bentley Layton y fundamentalmente a la más erudita (que indica todas las lagunas en el texto original) de Anne McGuire, para nuestra traducción al castellano.
Posteriormente revisamos la francesa de un tal André Wautier, además de la que está en scribd, que tiene ciertas imprecisiones.
Creemos haber hecho un trabajo honesto y lo más preciso posible de acuerdo al sentido que hemos capturado, y para que haya una versión castellana confiable del texto dicho (aunque sin duda con todas las limitaciones de un caso como éste).
A continuación algunas breves notas eruditas y académicas sobre el texto antes de entregar nuestra traducción, esperando poder retomar este tema bajo otras ópticas.
La Hipóstasis de los Arcontes se ha conservado en un único ejemplar copto, escrito en lengua sahídica, constituyendo el tratado 4 del Códice II de Nag Hammadi, pp. 86-97.
La traducción castellana de su título, la Hipóstasis de los Arcontes, se limita a reproducir los términos griegos del título copto. Una traducción según el significado de esos vocablos griegos sería La Realidad de los Gobernantes, o las Potestades. La lengua original del texto habría sido la griega. Sus enlaces con el pensamiento de Filón hacen que se proponga Alejandría como un lugar probable de composición.
También se ha propuesto Siria como lugar de composición en razón del ambiente lingüístico semita que se muestra en los nombres del creador maléfico del mundo (Saclas = el loco) y .
La mayoría de los comentaristas aceptan que el escrito griego subyacente al texto copto presenta varios estratos de redacción, el último de los cuales, por lo menos, es cristiano. Los estratos más antiguos son por lo menos dos: el antropogónico (origen del hombre) y el teogónico (origen de los dioses). Estos dos estratos consisten en exégesis esotéricas del Génesis.
El último redactor griego se apoya, ya secundariamente, en el Nuevo Testamento (la primera estrofa del texto hace una cita de la carta de Pablo a los Efesios 6:12), y probablemente agudiza los trazos negativos del universo arcóntico. El texto original dataría de principios del siglo II d.C. y la re-edición sería de finales de ese mismo siglo.
El escrito se presenta como una instrucción sobre el tema de los dominadores del mundo mencionados por Pablo.
Después de una breve alusión al primer arconte, el tratadista pasa a la antropogonía. El argumento teogónico (origen de los arcontes) es abordado en segundo lugar y presentado como una revelación del ángel Elelet a Norea. La creación del hombre es explicada a partir de los textos del Génesis y rectificados.
Los arcontes crean primero al hombre terreno como una copia de su propio cuerpo y según la imagen divina. En este hombre terreno insuflan el elemento psíquico. El resultado es un ser humano incapaz de levantarse. La Eva psíquica levanta a Adán, y después la Eva espiritual lo convierte en hombre espiritual.
Como espirituales, Adán y Eva engendran a Set, que es el antepasado común de la raza gnóstica.
Esta raza es salvada de la extinción por el arconte Sabaot, bajo cuyo poder quedará hasta la venida del Salvador. El ciclo teogónico explica el origen de los arcontes a partir de la materia. La doctrina más importante de este pasaje es la distinción entre un arconte maligno, Yaldabaoth, y un arconte converso, Sabaoth, el dios de los judíos.
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Ocultismo, Arte, Ciencia y Filosofía
AléatoireSelección de las mejores frases y fragmentos de libros ocultistas, literarios, científicos y filosóficos