Yoga. Samadhi.

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Samādhi

Más basura ha sido escrita sobre Samādhi que cualquier otra cosa; debemos intentar no añadir más. Incluso Patanjali, que es extraordinariamente claro y práctico en muchas cosas, empieza a delirar cuando trata el tema. Aunque fuese verídico lo que dijo, no lo debía haber mencionado; porque no parece verídico, y no debemos hacer afirmaciones a priori que son improbables sin el respaldo sólido de hechos demostrables. Pero puede ser que sus interlocutores no le comprendieran.

La afirmación más razonable de cualquier autoridad reconocida sobre el tema es la de Yajna Valkya, que dice: ―En Prāṇāyāma las impurezas del cuerpo son expulsadas; en Dharma, las impurezas de la mente; en Pratyāhāra, las impurezas de la adhesión, y en Samādhi, es expulsado todo lo que oculta lo señorial del alma‖. Es una afirmación modesta en una buena forma literaria. ¡Si sólo pudiésemos hacerlo nosotros tan bien!

En primer lugar, ¿Cuál es el significado de este término? Etimológicamente hablando, Sam es equivalente al prefijo ―syn que significa ―junto con. Adhi significa ―Señor, y una traducción razonable de la palabra sería ―Unión con Dios, el término exacto utilizado por los místicos Cristianos para describir su realización.

Existe una gran confusión, porque los Budistas utilizan la palabra Samādhi para significar algo completamente diferente, la facultad de atención. Para ellos pensar en un gato es ―hacer Samādhi sobre el gato. Ellos utilizan la palabra Jhana para describir estados místicos.

Esto puede resultar muy confuso, porque como observamos en la última sección, Dhyāna es el preliminatorio de Samādhi y, por supuesto, Jhana es la corrupción Pali del mismo.

Hay muchos tipos de Samādhi. Algunos autores consideran Atmadarshana, el Universo como un solo fenómeno sin condiciones, el primer y verdadero Samādhi. Si nosotros lo aceptamos, debemos relegar muchos estados menores de exaltación al nivel de Dhayana. Patanjali enumera un número de estos estados: ejecutando estos estados sobre diferentes cosas te darán distintos poderes mágicos; o así él dice. Ahora no es necesario discutirlo. Cualquiera que busca poderes mágicos puede adquirirlos por docenas de diferentes formas.

El poder crece más rápido que el deseo. El niño que quiere dinero para comprarse soldaditos de plomo empieza a trabajar para conseguirlo, y cuando ya lo ha conseguido, desea otra cosa en su lugar, y probablemente algo que está por encima de sus medios.

¡Esta es la espléndida Historia de todo avance espiritual! Uno nunca se para a recoger la recompensa.

Por este motivo no nos preocupamos de ninguna forma de lo que podemos conseguir por Samādhi en relación con nuestra vida diaria. Empezamos este libro, como se recordará, con consideraciones de la muerte. La muerte ha perdido ahora todo su sentido. La idea de la muerte depende de las de ego y tiempo; estas ideas han sido destruidas; y así ―La Muerte es absorbida en la victoria‖. Ahora sólo estaremos interesados en lo que es Samādhi en sí y las condiciones que la causan.

Intentemos una definición final. Dhyāna es semejante a Samādhi en muchos aspectos. Hay una unión del ego y el no-ego, y una pérdida de los sentidos del tiempo, espacio y casualidad. La Dualidad en cualquier forma es abolida. La idea de tiempo involucra dos cosas consecutivas; la de espacio, dos cosas que no coinciden, y la de casualidad, dos cosas conectadas.

Estas condiciones Dhyanicas contradicen las del pensamiento normal; en Samādhi están más pronunciadas que en Dhyāna, y mientras que el último parece ser una simple unión entre dos cosas, en el primero, la impresión es que todas las cosas se juntaban y se unían. Se podría decir que en Dhyāna aún había esta calidad latente, que el Uno existente estaba opuesto a los Muchos no-existentes; en Samādhi los Muchos y el Uno son unidos en una unión de Existencia con no-Existencia. Esta definición no viene de la reflexión, sino de la memoria.

Ocultismo, Arte, Ciencia y FilosofíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora