Capitulo 20

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DORIAN IVANOV

Medio año a pasado desde que nos casamos, ella es mi paz, me a enseñado muchas cosas, a ser más cariñoso con ella, y a poder decir las cosas que siento sin sentirme un mariconaso.

Justo ayer le hice el amor, toda la noche. La marque, la azote, la cogí en todas las posiciones, y seguramente hoy amaneció adolorida, pero eso quería mi chinche.

Hoy temprano recibí una llamada de Gustav no se que mierda quiere, llevo todo este tiempo sin verlo ni hablar con el más de lo necesario, voy a su mansión Maxi me acompaña como siempre, llegó y me recibe mi madre y padre, acaso se pusieron de acuerdo.

-Diganme que mierda quieren, tengo cosas que hacer.

-Haci, seguramente ir con tu esposa ¿No?

-¿Eso te importa?

-Si, deja tus malditas mariconadas y vuelve a ser el hijo que yo crie. -me dice Gustav con un tono serio.

-Solo a eso me llamaste, vete a la mierda. -digo levantandome del sofa, no volverán a joderme con lo mismo.

-Tu madre quiere hablar contigo ¿No es así Devora?

-Si. -dice mi madre titubeando.

-Habla para que pueda largarme.

-Dorian, hijo mío... hay algo que debes saber. -agacha la mirada. -Algo que he guardado en secreto todos estos años.

-No me interesa..

-Si, si te interesa hijo..

-¿Qué es? ¿Que puedes haberme ocultado?

-Yo.. -duda pero mira a Gustav y este le da una mirada severa. -Salvé a Russell.

-Lo salvaste¿De que? -no entiendo nada.

-Salvé a tu hermano pequeño del mismo destino que tú, a costa de tu sufrimiento, pude protegerlo a él.

-¿¡Qué!? ¿¡Qué estás diciendo!? ¿¡Que me sacrificaste para salvarlo a él¡?

-No fue así, Dorian no fue un sacrificio consciente. Fue simplemente que... -trata de tocarme. -Que no podía proteger a los dos y Russell era tan pequeño, tan indefenso... no podía dejar que sufriera lo mismo que tú.

-Entonces me sacrificaste, me sacrificaste para salvarlo a él y a ti misma ¡no me jodas!

-No, Dorian te juro que no fue así, fue simplemente que... que no sabía qué hacer. -empieza a llorar. -Tu padre me dijo que si no hacía nada, ni decía nada yo y tú hermano podíamos tener una vida normal, yo no podía..

-¡Era por eso verdad! -jalo mi cabello frenético. -por eso las primeras veces que venía a ti llorando me consolabas pero después no hubo nada, ¡Nada! -voy hacia Gustav que observa todo muy sereno. -¡Y tú! ¡Hijo de puta! -me lanzo contra el y empiezo a golpearlo el también me lanza golpes pero ni siquiera los siento.

Devora corre a separarnos y mira los golpes que le e dejado a mi padre.

-¡Todavía te preocupas por esta mierda! -le grito.

-¡Escucha! Yo tomé la decisión que creí que era la mejor en ese momento.

-¿¡La mejor decisión!? La mejor decisión fue sacrificar a tu propio hijo ¿¡Cómo puedes decir eso!? ¿¡Que clase de madre eres Devora!?

-¿¡Que querías que hiciera!? Yo..

-¡Que lucharas por mi! ¡Que me protegieras! ¡Que nos salvarás a los dos!

-¡Lo siento! ¡Pero tu padre me convenció de que era lo mejor para ti! Me dijo que eras... defectuoso, que no había mucho que hacer por ti de todas maneras -grita Devora.

Mi Bella Rosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora