Capítulo 21: Revelación divina

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Una nueva mañana despuntó en Mondstadt, con el sol acariciando suavemente la ciudad y sus alrededores. En la recién adquirida mansión, Satoru y arne despertaron lentamente, disfrutando de la tranquilidad del lugar. Satoru, aún en la cama, se estiró para después levantarse y salir de su habitaciónencontrándose con arne.

Satoru: Buenos días, arne. ¿Listo para enfrentar otro día de aventuras?

Arne: Buenos días, satoru. Sí, creo que sí. Aunque, no puedo evitar sentir que cada día trae algo inesperado contigo cerca.

Ambos se levantaron y se dirigieron al comedor, para así preparase su desayuno. Mientras desayunaban, Satoru contempló su nuevo atuendo que había dispuesto cuidadosamente en una silla cercana.

Consistía en un abrigo largo con detalles dorados y una capa, acompañado de un conjunto que combinaba elegancia y funcionalidad, perfecto para un dios caminando entre mortales

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Consistía en un abrigo largo con detalles dorados y una capa, acompañado de un conjunto que combinaba elegancia y funcionalidad, perfecto para un dios caminando entre mortales.

Tras vestirse, Satoru se ajustó la venda y sonrió ante su reflejo en un espejo.

Satoru: Creo que me veo impresionante, ¿no crees, arne?

Arne: Sin duda, satoru. Aunque, creo que los lobos también robarán algo de atención.

Los lobos, nombrados Umbra, Argentum y Alba, esperaban ansiosos en la puerta. Listos para el día, Satoru y arne salieron de la mansión, los lobos caminando a su lado con una gracia imponente.

A medida que avanzaban por las calles de Mondstadt, los ciudadanos no podían evitar detenerse y admirar el espectáculo. Los lobos, que veían a Satoru con devoción casi paternal, se mantenían cerca, vigilando el entorno con ojos brillantes.

Al llegar a la sede de los Caballeros de Favonius, arne se despidió momentáneamente para recoger algunas de sus pertenencias, mientras Satoru se dirigía a la oficina de Jean. Tocó suavemente la puerta antes de entrar, encontrando a Jean revisando algunos documentos.

Satoru: Buenos días, gran maestra Jean. Vengo a informar sobre algunas decisiones y a hacer una petición, si no es demasiada molestia.

Jean levantó la vista y le sonrió amablemente.

Jean: Satoru, qué bueno verte. ¿Cómo puedo ayudarte hoy?

Satoru tomó asiento frente a ella, los lobos sentándose obedientemente a sus pies.

Satoru: Primero, quería informarte que arne ha decidido quedarse en la mansión por el momento. Parece que le gusta la idea de tener un lugar tranquilo para descansar después de nuestras aventuras.

Jean: Me alegra escuchar eso. Arne ha demostrado ser un miembro valioso para Mondstadt. Estoy segura de que estará en buenas manos contigo.

Satoru: Eso espero, -respondió con una sonrisa juguetona.-  Además, quisiera pedir permiso para que mis lobos, Umbra, Argentum y Alba, puedan deambular por la ciudad. Prometo que no causarán problemas y, si algo sucede, yo me haré responsable.

SATORU x Genshin Impact Pt 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora