Capítulo 19

22 4 0
                                    

Ni siquiera se preocupó de su teléfono, el grupo de adolescentes le estaba dando demasiado trabajo, y la planificación y reorganización del entrenamiento acorde a los sucesos que iban desarrollándose era necesaria después de tres días, el trabajo ocupaba la mayor parte de su tiempo, y aunque quería responderle, su intención era dedicarle el debido tiempo para hacerlo, aunque... ¿por qué se molestaba después de todo lo sucedido?

Pensó que al terminar el reajuste en el cronograma podría sentarse a responder con calma, porque ni siquiera había dado una mirada a la previsualización para evitar distracciones, y tras lo sucedido, luego del caos generado por la liga de villanos y el eventual secuestro de uno de sus alumnos, la presión le impidió tomarse el tiempo de hacerlo. Cómo se arrepentía ahora mismo de haber pecado de incauto, de no haber cedido a la tentación y haberle echado un vistazo a esos mensajes, porque al llamar, al recibir el mensaje de "El número al que ha marcado se encuentra fuera del área de cobertura" su corazón se paralizó. Ah. Era demasiado estrés para un solo día. Su opción era concentrarse en lo que debía hacer en pro del bienestar de su alumno, o perder la cabeza al no ubicar a Katla. Era una decisión complicada... y esperaba haber tomado la mejor resolución.

Fue un día caótico, todo el mundo apuntando hacia UA, culpándolos de todos los sucesos recientes, señalándolos como un grupo de docentes y héroes incompetentes, básicamente. Mientras ellos debían idear un plan para sacar adelante lo que esperaban fuera un éxito, de eso dependía la vida de Bakugo, lo que para Shota era simplemente más importante ahora mismo, más importante que su reputación, o su incomodidad frente a los periodistas.

Llamaron a una rueda de prensa, era lo único que podían hacer, debían aplacar la ira del público, recuperar la confianza de los mismos y no alimentar la llama que Stain había encendido.

Mientras tanto, todo el mundo hablaba de ello, de la liga de villanos, de Stain, de lo incompetente que estaban probando ser los profesores y empleados de UA, pero nadie sabía lo que realmente ocurría en ese pequeño mundo que nadie lograba ver, tras las cortinas sucedían cosas todavía peores, y el público ni siquiera se lo cuestionaba, simplemente veían lo que querían ver, creían lo que la prensa les decía, lo que internet dictaba... nada más.

Era un lugar pequeño, parecía acogedor, la típica cabaña en medio de la nada con muebles rústicos y lo necesario para una vida humilde y sencilla. Un refrigerador, cocina y muebles pintorescos, una televisión a la que apenas le llegaba señal, un lugar apartado del mundo.

Vamos, llevamos aquí todo el día y las cosas no se van a poner mejores ¿no estás cansado? —preguntó Katla acuclillándose frente a un hombre ensangrentado —Sabes que no va a mejorar ¿por qué simplemente no hablas? Quizá con eso no salgas tan mal parado.

El hombre estaba a medio desmayarse, se notaba; se negaba a hablar, o eso era lo que decían los demás, pero al parecer es que simplemente no sabía nada.

Ya dije todo lo que sabía, lo juro —musitó el hombre, su voz carrasposa y débil.

Katla masajeó su temple —Al menos debes tener una idea de dónde consiguen la información, vamos, haz un pequeño esfuerzo, campeón ¿no quieres volver con tu familia? —su voz era serena pese a que estaba cerca de perder la paciencia.

¡Ya te dije que no sé nada más! —chilló el hombre con lágrimas en sus ojos.

Agachando su mirada, Katla suspiró, sus ojos se fijaron en sus manos, en sus dedos y en la sangre salpicada en sus uñas y nudillos. Cómo odiaba las interrogaciones, sobre todo cuando tomaban este camino, y las órdenes eran claras: o hablaba, o moría.

Podía tratar de darle un tiempo más para que hiciera el esfuerzo de recordar algo, así que dejándose caer en el sofá cerca de donde estaba el tipo atado, encendió la televisión; quería mirar su teléfono móvil, pero había esperado tanto por su mensaje que incluso su batería había muerto, no tenía caso- Esperó día y medio y no pasó nada, no iba a seguir torturándose con eso, no más de lo que ya se había torturado a sí misma.

Somewhere Only we KnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora