"Hey, Shota-kun... soy Katla, Katla Aihara. Nemuri me dio tu número y bueno, lamento haberme ido así tan abruptamente el otro día, pero tenía cosas que atender."
La mirada de Shota se paseaba por las letras, como si quisiera convencerse a sí mismo de que era una estafa telefónica y no realmente un mensaje de Katla. Pero tenía sentido, Nemuri solía meterse donde no la llamaban, e incluso le había comentado sobre el breve encuentro con la mujer en el tren, pero Shota había intentado hacer oído sordo a la conversación que sus dos compañeros mantuvieron ruidosamente frente a él en la sala de profesores, y eso tuvo lugar hace un par de días.
Shota se detuvo por mucho tiempo mirando la pantalla del teléfono, su corazón llevaba un ritmo irregular, y los recuerdos como olas tempestuosas golpeaban contra su pecho. Tenía que mantenerse racional y lógico, pero sus dedos se movieron inconscientemente en el teclado que se desplegó en la pantalla; aún así dudó ¿qué iba a decirle? No había mucho que decir, pero tampoco quería dejar el mensaje en visto, no cuando lo había abierto hace ya bastantes minutos.
"No te preocupes."
Escribió finalmente tras al menos unos diez minutos de deliberación, conformándose con tres nimias palabras que no expresaban absolutamente nada. Pero Shota siempre fue un hombre de pocas palabras la gran parte del tiempo, además no sabía qué más decirle.
Acto seguido, tomó la decisión de guardar el número de contacto de Katla, pero de nuevo titubeó ¿guardar por su nombre completo? ¿apellido? ¿O solo por su nombre? Recordó entonces la manera en que ella misma se había grabado en su lista de contactos hace más de una década; solamente como "Kat" con un par de emojis de gatos y unas estrellas. Siempre le pareció ridículo, pero nunca lo cambió. Ahora, se conformó con escribir su nombre, su nombre completo y nada más.
Tras un par de momentos revisó el chat para ver el típico anuncio en la parte inferior izquierda "Escribiendo", y duró tanto tiempo en esa misma palabra que Shota se preguntó cuánto estaba escribiendo, o más bien qué escribía. Por mucho que conociera a Katla, o por mucho que la hubiese conocido antes, ahora mismo era incapaz de adivinar qué es lo que iba a recibir. De pronto la palabra desapareció, solo para volver a aparecer nuevamente tras un momento. Shota frunció el entrecejo.
—Sho! My ol' pal'! —El estruendoso Present Mic entró en la sala de profesores, haciendo tanto ruido como siempre para anunciar su presencia.
—¿Qué quieres? —formuló Shota sin levantar su mirada del teléfono.
—¿Qué haces? —Hizashi no respondió, simplemente se sentó al lado de Shota tratando de echar un vistazo a un teléfono que Shota alejó de su agarre —¿Estás viendo cosas inapropiadas? —preguntó aguantando una risilla.
Shota frunció el entrecejo —No.
—¿Entonces por qué lo escondes? ¡Déjame ver! —Mic trató de agarrar el teléfono, pero no lo logró.
El teléfono sonó, pero no un sonido de notificación, sino simplemente el sonido de la vibración del modo silencioso que Shota solía llevar la mayor parte del tiempo.
Un nuevo texto: "¿Estás en el trabajo?"
Shota inmediatamente volvió su mirada hacia la pantalla, todavía, cuidándose de que Hizashi no fuese a arrancarle el teléfono de la mano.
—Uh, uh, ¡déjame ver Sho! —insistió el rubio.
Shota no respondió a Yamada, simplemente tecleó: "Sí." Nada más, un monosílabo. Katla fue probablemente de las pocas personas que lograba sacarle temas de conversación, o no parecía incómoda cuando Shota decidía comunicarse en pocas palabras ¿sería igual ahora?
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Somewhere Only we Know
Fanfiction¿Qué haces cuando la persona más importante en tu vida desaparece sin previo aviso? ¿Cómo sigues adelante cargando el peso de tantas preguntas sin respuesta? Katla Aihara fue su ancla, el sol en su invierno. Todo. Y Desapareció sin una palabra, deja...