Capítulo 57

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Camine, tratando de no caerme, hacia el ascensor y aprete el boton del subsuelo para trerles la comida, mientras que el ascensor bajaba me tome la libertad de deshacerme de esos zapatos tan molestos, realmente en este momento desearía tener un par de bocacines como las que me daban en La Casa.
El ascensor se detuvo, no me preocupe en ponerme otra vez esos horribles zapatos. Las puertas del ascensor se abrieron mostrando a mucha gente trabajando en una enorme cocina, quede maravillada por las cosas ricas que había, obviamente sin pasar de la largo el riquiso olor que hizo que mi panza hablara por si sola.

-Estas muerta de hambre, no?- No me había percatado del señor que había aparecido a mi lado con un carrito de comida. El señor era mayor, tenia pinta de ser el chef principal con su gorrito blanco y su vestimenta, todo digno de un gran chef.

-Si, mucha- Le comente casi muerta, el señor inmediatamente me cayó fenomenal.

-Ven, te daré un poco de comida y luego vuelves.- Esa era una gran idea, estaba a punto de aceptar esa gran oferta pero luego recorde que estaba vigilada y que los invitados de este inútil estaban por llegar. El señor se entero que me pasaba algo y me preguntó.

-Que sucede?- Yo le conteste con cara de disculpa.

-Es muy tentadora su oferta pero...tengo que volar porque...

-No te preocupes por las cámaras,- me interrumpió- ademas te daré algo rápido así no te mueres en el ascensor.

Acepte la oferta, el señor me llevo directo a la cocina y me preparo algo bien rápido, pure de papas con una milanesa de pollo y salsa blanca, muy exquisito.
Luego de comer se lo agradeci y me fui volando hacia el ascensor, donde el carrito de comida y esos condenados zapatos me esperaban.
Ya en el piso del idiota, baje del ascensor haciendo que el carro de comida pase sin caerse, luego de que este a salvo fui al ascensor y me puse esos horrendos zapatos para ser "un poco mas elegante", y camine con el carrito adelante hacia la puerta de la oficina de Fernando. Pero antes miré hacia la pared de cristal para ver si los invitados ya estaban ahí, Fernando me vio y me hizo una seña para que avance, y yo...nerviosa y pensando en hacer las cosas bien, abri la puerta del todo y luego me puse detrás del carrito para empujarlo dentro, cierre la puerta y lo lleve hacia la mesa donde estaban ellos.


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