Capítulo 14

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Me había bañado y puesto una remera blanca escote en V y un pantalon negro que me los había dado Cristian, y luego de cambiarme me sequé el pelo con el secador de Alex, sé que nunca les dije mis características y lo siento mucho pero no me gusta nada de mí misma. Tengo el pelo marrón oscuro tirando a negro, medio largo hasta el codo y con rulos, mido 1,60 y soy flaca, no tengo fuerza pero si puntería, cuando era chica mis padres me llavaban a clases de ballet, eso me ayudó mucho a aliniarme y perfeccionarme en ciertos aspectos.

Estaba acostada de espalda a la puerta y tapada hasta la nuca, ya hace un buen rato ya que no podía dormir, y escucho la puerta abrirse, seguro que era Alex, luego cierra la puerta y se dirige al baño. Luego de un buen rato, Alex sale y escucho que abre su almario y despues lo cierra, y siento que la cama se unde y que las frasadas se mueven, siento su calor en mi espalda y su respiración en mi oreja, esto me da piel de gallina.

-Sé que estas despierta, duermete por favor.

-No puedo dormir con un asesino cerca mío.

-Si no te duermes te asesinaré a vos también.

-Hazlo ahora entonces.

-Sabes que no lo haré.-Esa respuesta me hizo confundir.

-¿Por qué?

-Porque no has hecho nada malo, no puedo matarte solo porque me dé la reverenda gana.

-¡Ah!-Le dije y traté de dormir aunque yo sé que no lo lograría.

-Estefanía, soy un narcotraficante, no esperes más de eso de mi persona.

-Lo sé - Que diga eso me ponía muy mal, tanto que se me había salido una lágrima por lo malvado que era Alex.

-¿Tefy?... Ven aquí hermosa. -Y luego de esto hizo que me diera la vuelta ya que estaba a espaldas a él y me abrazó, sentía su corazón, su calor corporal y su aroma a jabón de menta.

Mi corazón se me aceleró y las cosquillas en la panza se hacian mas intensas, su aroma definitivamente era mi droga y su piel... ¡Dios, basta!

-Duerme, mañana será un día bastante duro y necesitarás estar bien descansada. Duerme, todo estará bien.

Sé que Alex puede ser el más jodido hijo de puta del mundo, pero debo aceptar que es tierno y dulce cuando se lo propone. Por obra de la magia de su melodiosa y tranquila voz me dormí al instante, y obviamente soñé con él.

No me olvides ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora