De nuevo en el cuchitril, ya se me hacia familiar, Alex me dijo que no hiciera nada "fuera de lugar" a cambio de un par de comodidades a mi favor, le pedí una habitación como la de él, con cama y comida como la gente, sin sogas que me aten ni pañuelos que me cieguen o que me callen, pero solo conseguí un almohadón para ese condenado asiento de madera y no tengo tapados los ojos y la boca, no sé negociar, pero es un gran avance.
Atada en mi silla empecé a inspeccionar mi cuchitril, era espacioso y frío, no había ventanas y solo había una fragil luz de una lamparita que estaba arriba mio, habia una puerta de hierro y eso era todo, le hacia falta una buena limpieza, no me sorprendería si viera alguna rata muerta o alguna parte de un cuerpo humano. Derrepente se abre la puerta y aparece el chico morocho que aún no sé su nombre con dos patovicas con sus armas subnormales (?
-Vamos niñita, ya tenemos decidido tu destino- me dijo el chico morocho mientras caminaba y se ponia atras de la silla para desatarme las manos.
-Que van a hacer conmigo?- le pregunto preocupada. Ese chico me caía re bien.
-El jefe te lo dirá hermosa, ahora vamos a ir a su despacho para decidir a donde irás.- después de desatarme y aún arrodillado se pone enfrente mío y me mira a los ojos sacando un pañuelo negro de su bolsillo- Por el momento tengo que taparte los ojos, es por tu bien, no te va a gustar lo que hay por el camino mi vida.
Asentí con la cabeza y el chico morocho se levantó y me tapó los ojos, luego de eso me ayudó a levantarme y me guió a la salida, luego doblamos por la izquierda y ahí empecé a escuchar murmullos que se hacian cada vez mas fuertes hasta convertirse en gritos desesperados que pedian ayuda, esto me asustaba mucho.
-Tranquila- dijo el chico morocho- eso es lo que pasa cuando nos traicionan, pero eso no te va a pasar a vos, a no seer que hagas algo "fuera de lugar" pero no vas a hacer nada, verdad?-Negué frenéticamente de lo nerviosa que estaba.
-Jajaja lo sé, si sigues asi vas a ir bien.
Los gritos se convirtieron en murmullos y derrepente me detuvo y me dio la vuelta, se escuchó un pitido, el piso se empezó a elevar junto con nosotros, estabamos dentro de un ascensor, tardamos un ratito, otra vez el pitido y alguien me empujó suavemente para que avance, caminamos unos pasos mas y oigo que se abre una puerta, me paran y me sacan el pañuelo.
-Hola... como era que te llamabas?
ESTÁS LEYENDO
No me olvides ♥
Teen FictionEstefania Castillo es una chica que ha llegado a Buenos Aires después de tres años que ha sucedido la peor tragedia de su vida, pero no está todo dicho aún, la suerte para ella no esta de su lado cuando sale de su apartamento a dar una vuelta, Estef...