Capítulo 4 ¿Fueron las copas de vino?

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Sábado 1 de diciembre de 2018, New York, USA.

Finalmente habían llegado a casa después de cenar, eran las doce y cuarto de la madrugada, Alma nada más entrar a casa se descolgó la chaqueta y la dejó en el perchero de la entrada, Taylor la imitó y se acercó a ella retirándole el cabello hacia el lado izquierdo mientras introducía su cabeza entre el cuello y hombro derecho de Alma dándole pequeños besos en la zona y también le mordía el lóbulo de la oreja.

Ella reaccionó al toque de él estirando el cuello para darle más accesibilidad, mientras cerraba los ojos dejándose deleitar por los besos húmedos del rubio y las caricias que le proporcionaba Taylor alrededor de las caderas para acercarla a él y de esa manera poder tener la espalda de ella en el su pecho y el culo en su zona pélvica.

-¿Estás bajo los efectos de las dos copas de vino que has bebido o que?- Preguntaba ella sonriendo mientras se mordía el labio y girando para quedar cara a cara más pegados que antes, ella le abraza por el cuello mientras, él la abraza por la altura de la cadera y depositando sus grandes manos en sus glúteos.

Se miran fijamente y Taylor siente como su calor corporal va subiendo a diferencia de la temperatura ambiental que cada vez era más fría, llevaba deseando poder estar así con Alma desde aquella noche que lo rechazó para que descansará.

A veces maldecía el poco tiempo libre que le dejaba su trabajo y el hecho que ella se dedicara a ser enfermera de noche en un hospital tampoco facilitaba las cosas, esa es la razón por la cual, cuando tenían este rato Taylor a veces se notaba algo desesperado y a ella le gustaba torturarlo un poco, pero él tampoco se oponia.

-No es el vino lo que me hace desearte, es tu misma presencia, aunque el vestido ajustado y los tacones ayudan.- Al acabar la frase se acercó a ella para besarla con pasión pero dulcemente esperando a que ella diera el permiso para profundizar un poco más y dejar entrar su lengua, acción que no tardó en llegar.

-Tay...Deb...subir...- Hablaba entrecortada por los besos ansiosos de Taylor.

Subieron las escaleras entre besos y caricias. Al llegar al cuarto él agarró a Alma de la cintura pegandola a él mientras la dirigia con cuidado a la cama, dejó con cuidado a Alma y levantó un poco la falda para poder posicionarse encima de ella y entre sus piernas mientras se apoyaba en las rodillas y los brazos encima de la cama, se iban besando a un ritmo lento y matador para ambos, estaban disfrutando de ese momento.

Alma fue desabrochando poco a poco su camisa hasta dejarla totalmente abierta, para así, poder pasar sus delicadas manos por todo su abdomen, acariciando atentamente hasta llegar al cinturón el cuál desabrocha fácilmente. Él se apoya sólo en las rodillas y se incorpora para poder sacar su camisa y el cinturón, además de aprovechar el espacio para quitarse los pantalones y quedar en el bóxer blanco que no dejaba nada a la imaginación debido a su erección bastante notoria.

Se encontraba desesperado por quitarle ese vestido, pero hasta que ella no mostrara alguna intención, no iba a hacer nada inapropiado, volvió a ponerse encima para continuar con los besos, pero ella tenía otros planes bien diferentes, aprovechó para hacerlo rodar por la cama y así quedar ella encima de las caderas de él de tal manera que sentía su dureza justo debajo de ella haciendo que el desespero de Taylor ascendiera si fuera posible, ella empezó a quitarse los zapatos para seguidamente subirse el vestido hasta sacárselo por la cabeza y lanzarlo por algún lado de la habitación, ahora ya se encontraban ambos solo con la ropa interior de abajo, un tanga y un bóxer les separaba del placer que les esperaba. El rubio acercó su boca hacia su pezón derecho lamiendo en círculos, hacia arriba y abajo, absorbiendo levemente, mientras pasaba las manos por su espalda hasta su culo para apretarlo levemente y marcar el ritmo del roce.

-Por favor Alma, no puedo esperar más.- Suplicaba Taylor al llevar un rato rozandose mientras se besaban y lamía sus pechos, el escucharla gemir lo llevaba al cielo.

Seguidamente Alma hizo caso a sus súplicas, se separó de él para bajarse su ropa interior y bajar la de él también mientras estaba sentado en la cama admirando la belleza del cuerpo de ella, respirando con dificultad, totalmente desnudo y con la boca seca.

Observaba como se acercaba a la mesa de noche para agarrar un condón y sacarlo del envoltorio plateado para posteriormente ponerse lo, Taylor gimió inconscientemente ante su delicado tacto, posó sus manos en la cadera de ella para volverla a dejar en la cama y así posicionarse encima nuevamente y poder introducirse poco a poco en ella, ambos gemian.

Él la miraba los ojos mientras agarraba sus manos mientras la embestía cada vez más rápido y con más ansias de llegar al preciado final, ella no paraba de gemir su nombre y de pedirle más, esa era la señal de que tenía que concentrarse para hacerla llegar, se acercó a su cuello y volvió a depositar besos en esa zona, ya no aguantaba más.

-¡Tay! me vengo.- Esa era la señal indicada para profundizar un par de embestidas más y ella gimió aún más fuerte cuando se corrió arañando la espalda del rubio que segundos después de ella.

-Te amo Alma.- Suspiró Taylor mientras salía de ella y retiraba el preservativo para tirarlo en la papelera del baño de la habitación, seguidamente volvió a la cama para poder besarla y abrazarla.

-Yo también te amo, Tay.- Besó su frente.

Taylor observaba a Alma desnuda al lado suyo en la cama algo sonrojada y despeinada por el momento y no pudo contenerse para acercarse a ella y plantarle un suave beso en sus labios hinchados y rojizos.

-¿Y si nos duchamos juntos?- Pregunto con cara pícara.

-¿En serio?- Alma rió levemente.

Ella se incorporó de la cama aun estando desnuda y se dirigió a la puerta del baño haciendo un gesto con su dedo índice como señal de que Taylor la siguiese a la ducha para ahorrar un poco de agua juntos.

Una vez dentro, el vaho era el protagonista de ese cuarto de baño dónde ambos se dedicaban enjabonar el cuerpo del otro. Al principio todo fue bastante inocente cuando el lavaba el cabello de ella con champú frotando y haciendo un pequeño masaje. Para luego ella con ayuda del gel comenzara a enjabonar la ancha espalda de su novio haciendo círculos y apretando para descontracturar su espalda.

Minetras acababan la ducha y se vestían aprovechaban para hablar de cosas íntimas de pareja, ese tipo de conversaciones de cama para finalmente acabar exahustos.

Minetras acababan la ducha y se vestían aprovechaban para hablar de cosas íntimas de pareja, ese tipo de conversaciones de cama para finalmente acabar exahustos

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¡Hola, hola!🌼

Realmente Tay es un trocito de pan, hay que cuidarlo mucho, aunque admito que no me acaba de gustar el sexo vainilla pero es para que se note reflejado la green flag que posee.

Apartado reflexivo:🧠
Chicxs hacedme caso, conseguid un green flag ☘️para estar toda la vida y un red flag 🚩 solo para pasarlo bien 😎

Agradeceria que si notáis algun error gramátical o de ortografia me lo hiciérais saber para no pasar vergüenza. Graciassss❤️

¿Seré capaz de amarte después?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora