Capítulo 26. El alcohol no es bueno

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Lunes 21 de mayo de 2019, New York, USA.

Taylor no había vuelto a hablar con su padre, solo se habían visto por temas de transacciones debido a la muerte de su madre y en el funeral, él no quería saber nada que tuviera que ver con su progenitor, por suerte no tendría que verlo más en el trabajo, pero aun así, en una pequeña parte de su corazón existía la esperanza de que se disculpara, pero eso iba a ser imposible viniendo de alguien tan cuadriculado.

Continuaba sin saber nada de Alma, pero al menos había sido capaz de volver a su casa y dejar tranquilo a Alessandro, aunque insistía en que no se sentía incómodo por su presencia, lo había ayudado demasiado y no se podía permitir ser tan dependiente de alguien.

Los días pasaban para dejar paso a los meses y poco a poco algunas heridas iban disminuyendo en la escala de dolor, pero eso no significaba que no se pudieran superar, el dolor de perder a su madre era inevitable y el sentimiento de vacío que le dejó Alma lo perseguía cada día, pero había aprendido a vivir con esas emociones.

Se encontraba desvistiendose en los vestuarios debido a que había ido a una investigación y tuvieron que usar el traje del FBI. Se había quedado el último por haber decidido tomar una ducha. Al abrir la taquilla para sacar sus pertenencias un trozo de papel cayó de dentro, alzó una ceja en forma de interrogación agachándose para recogerlo. Antes de abrirlo echó un vistazo de que no había nadie en el sitio para poder ver de qué se trataba la nota.

"Si quieres saber algo sobre Alma, en el starbucks que se encuentra en el 240 de central park a las siete de la mañana el lunes 28 de mayo de 2019, no se lo digas a nadie."

¿Quién cojones me ha escrito esto?, ¿Dónde está la cámara oculta?, Mi corazón comenzó a latir con fuerza, me sentía aturdido, aún estaba procesando el hecho de que se marchó dejándome con todas las dudas y sintiéndome engañado. No debía hablar con nadie sobre esta nota, prefería arriesgarme por tener noticias de ella antes que estropearlo.

Sábado 25 de mayo de 2019, New York, USA.

-Escúcha Taylor, ¿debería llevar chaqueta?- Alessandro apareció al cuarto mientras el rubio se acomodaba la camisa blanca por dentro de los pantalones azul marino.

-Piensa que vamos a ir al club, ahí dentro hará calor.- Debatió

Alessandro había estado molestando a Taylor de salir y disfrutar de despejar la mente y con la frase de "un clavo saca otro clavo", eso dice el que está esperando al amor de su vida sentado en una silla sin mover ficha. Pero si que necesitaba desconectar un poco.

El italiano y su amigo se encontraban en el vehículo esperando a que Tom saliera de su departamento y poder ir hacia el restaurante para después ir directos al local nocturno y ahí apareció el que por tantos años había sido mi compañero, pero esta vez parecía que se había transformado en otro, iba vestido con una camisa azul claro dejando a la vista sus fuertes brazos, conjuntado con un pantalón de traje color beige, no solo el look le sentaba genial, sino, que se había quitado las gafas y su pelo rizado y despeinado se había quedado en el departamento dejándolo ver con un peinado tirado hacia atrás.

-¿Pero tú quién eres?- preguntó Alessandro en manera de broma, pero yo también lo había pensado.

-No sabía que tenías ese potencial.-Halague esta vez.

-Me estoy replanteando volver a mi departamento, así que, avanza.-Mandó Tom mientras se abrochaba el cinturón de seguridad.

La cena fue exquisita y me encontraba bastante cómodo con ambos, nos reíamos hablábamos de anécdotas, de la universidad, de historias de jóvenes y ahí dónde se veía a Tom de una manera, era totalmente otro y eso nos dejaba sorprendidos en varias ocasiones a mi y a Alessandro.

¿Seré capaz de amarte después?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora