Capítulo 22. La calma antes de la tormenta.

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Viernes 11 de enero de 2019, Nápoles, Italia.

Después de casi nueve horas de vuelo, llegaron a la ciudad italiana, eran las cuatro pm, realmente estaban agotados y aún les quedaba una hora y media para llegar a la casa dónde se hospedaban hasta el domingo por la mañana que salía el vuelo de vuelta a New York.

Se montaron en la furgoneta de nueve plazas que se había alquilado para el viaje y empezaron la última parte del trayecto hasta llegar al pequeño pueblo donde Emma y los demás les esperaban con ansias, "ansias las de Emma por ver a Alessandro" pensaba el rubio. Durante el camino, conducía Taylor, Alessandro iba de copiloto, Liam, Benjamin y Thomas iban en los asientos de la fila de enmedio y la de atrás del todo estaban Eloy y Tom, todos iban durmiendo mientras el piloto y copiloto seguían despiertos.

-¿Has llamado a tu amor imposible?-Preguntó el rubio curioso como siempre.

-Es complicado Tay.- El pelinegro rodó los ojos.

-Quiero conocerla antes de que nos vayamos, ¿habrá oportunidad?-Le dedicó una mirada fugaz.

-Puede ser.- Observó de reojo al rubio.

-¿Enserio?- Taylor se emocionó bastante.

-No, la verdad es que no.- Sonrío por el vacile.- Tay, superalo, se va a casar, ya no puedo estar con ella.- Su mirada hablaba por él, del dolor que sentía.

-Bueno, siempre está Emma.- Alzó las cejas de manera pervertida.

-Antes muerto.- Ambos echaron una carcajada.

Al llegar a la casa pudieron observar que era la típica casa de invierno de montaña hecha de piedra pero tan acogedora por dentro gracias a las chimeneas de leña y las decoraciones de madera.

Una vez les recibieron los compañeros italianos que les acompañaron desde el inicio de la investigación, se divididieron las habitaciones y a Taylor le tocaba, como no, con su compañero y amigo Alessandro, lo prefería antes que compartir cuarto con alguien que roncara en exceso o que hablara dormido.

Subieron a dejar las cosas en el cuarto designado, el italiano se asomó a la gran ventana donde dejaba ver las increíbles vistas de las montañas algo nevadas por la época del año en la que se encontraban, abrió la ventana, sacó un cigarrillo y lo encendió dándole una gran calada para tragarse el humo y expulsarlo de sus pulmones, Taylor se acercó a él y le pidió uno para él también, y se dispusieron a fumar juntos apoyados en el umbral con medio cuerpo fuera, en silencio, simplemente disfrutando del silencio y la calma, la calma antes de la tormenta.

Sábado 12 de enero de 2019, en algún pueblo, Italia.

Aún no habían dormido y estaban reunidos para dar las últimas aclaraciones al plan, este debía salir perfecto, no podían cometer ningún fallo, todas las personas presentes escuchaban con atención las órdenes de Liam, Benjamin y Thomas, estos tres se quedarían junto con el ejército y la policía italiana en la retaguardia, informando y dirigiendo junto con Francesco el comandante italiano de la sede europea, encargado de este caso.

Los compañeros italianos excepto Emma decidieron ser los que se quedaban escondidos a la espera de defendernos o de conseguir información de los presentes, es decir las mujeres se vestirán como damas de compañía o crupier, los hombres de barmans o camareros, mientras que Eloy y Tom iban a vestirse como la mafia rusa aprovechando su claro tono de piel y su pelo tan rubio junto con sus ojos azules.

-Taylor, irás con los japoneses, sabemos que no tienes rasgos asiáticos, pero, no se darán cuenta, es una mafia que se ha acabado integrando en muchos países y tienen a muchos representantes de diferentes lugares del mundo.- Benjamin hablaba con seguridad, así que, si así lo quería, así sería.

¿Seré capaz de amarte después?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora