Lunes 31 de diciembre de 2018, New York, USA.Taylor llegó a casa, era mediodía, hoy le tocaba a él hacer la comida debido a que Alma estaba durmiendo por llegar de trabajar. Se dispuso a cocinar, intentando despejar su mente de todos los temas que lo agobiaban, sentía como se ahogaba, era un sentimiento que no podía quitárselo, le dolía hablarle así a su padre, ser distante con Lilly y que Jessie estuviese en prisión, pero lo que más le dolía era que la mujer que lo había criado con amor, alegría y humildad estuviera en el hospital.
Se dió cuenta de que se encontraba llorando cuando las lágrimas resbalaban por su cara para caer encima de las zanahorias que estaba cortando, sin poder aguantarlo, rompió a llorar en silencio por miedo a que Alma despertará, con la respiración agitada y su antebrazo cubriendo sus ojos y con la otra mano agarrandose a mueble de la cocina, pero unos brazos le rodearon la cintura encerrandolo en un abrazo y una mejilla se apoyó en su ancha espalda, se giró para quedar frente a frente con Alma que se encontraba con su pijama de terciopelo y un moño revuelto por haber estado durmiendo, se agachó para agarrarla por los muslos y subirla a la mesa de la cocina y así ambos estaban a la misma altura, ella le agarro sus mejillas con las manos hasta rozar su nariz con la de él y juntar sus frentes él con los ojos tristes mientras brotaban lágrimas silenciosas por sus mejillas haciendo que las manos de ella se mojaran.
-Amor...-Alma susurraba de manera tranquila y cálida mientras le limpiaba las lágrimas.
-No digas nada sweetheart, sólo quédate así un rato, por favor.- Suplicó, Taylor buscaba algo de calma en toda esa tormenta que se había convertido su vida desde que empezó a investigar el dichoso caso, ahora entendía porqué es mejor vivir en la ignorancia.
Después de comer y recoger toda la cocina, ambos se quedaron en el sofá dormidos, Alma con su cabeza en el pecho de él y entre sus piernas tapados con una manta debido al frío invierno mientras llovía con fuerza, pero no solamente llovía fuera de la casa, también lo hacía en la mente de Taylor.
A las seis y cuarto pm sonó el despertador para despertarse del sofá y arreglarse para la cena y la celebración de fin de año, la pareja subió a la planta de arriba para poder darse una ducha.
-Tay, ¿Te apetece ducharte?- Preguntó Alma coqueta mientras su novio estaba disperso eligiendo qué ropa ponerse para el evento.
-No, me he duchado esta mañana así que puedes ducharte ahora.- Él seguía sin mirarla hasta que sintió como la mano de ella se acercaba hacia su cadera levantando un poco la camiseta de él dejando al descubierto un trozo de piel perteneciente a su marcada uve y ahí acarició con la yema de sus dedos hasta agarrar levemente del elástico del pantalón de pijama y su ropa interior.-Me pongo la camisa negra de prada o el traje negro de...-
-Creo que no me has entendido, así que volveré a preguntar. ¿Quieres ducharte...- Pegó su cuerpo al de él y lo miró a los ojos.- Conmigo?-
La mirada azulada del rubio se oscurecía conforme se daba cuenta de la propuesta de su novia y sin pensarlo dos veces la agarró de la cadera para pegar su cuerpo junto con el de ella y acercó sus labios a los suyos uniendolos a través de un beso húmedo, pero ella lo separó poniendo sus manos en el pecho de él, Taylor la miraba con desconcierto ante el gesto de ella, pero enseguida cambió de cara al ver como Alma se quitaba la camiseta de pijama quedando con los pechos descubiertos, seguidamente se bajó los pantalones ante la atenta mirada de su novio, el cual, no perdía detalle del cuerpo de ella.
Una vez quedó en ropa interior se dirigió al baño dejándolo quieto en el mismo lugar, cuando llegó a la puerta del baño, giró su cuerpo debajo del umbral para hacerle una seña a Taylor con su dedo índice para que fuera con ella, él obediente se dirigió hasta el baño mientras dejaba la camiseta tirada por el suelo del pasillo hasta llegar a Alma, posó sus manos en los glúteos de ella y la introdujo hacia dentro del baño mientras la besaba, se separaron para que él se quitará los pantalones y el bóxer y ella pudiera poner en marcha el agua de la ducha.
ESTÁS LEYENDO
¿Seré capaz de amarte después?
Любовные романыPrimer libro de la saga jaque mate. ¿Qué ocurre si por decisiones del pasado acabas perdiendo todo? ¿En quién puedes confiar? Toda tú vida se ve amenazada por errores de tú padre en el pasado. Taylor el narrador de esta historia y relata por todo l...