•Juegos peligrosos•
No puedo, os juro que simplemente no puedo apartar mi mirada de él, era simplemente algo inexplicable, ¡madre mía!
Mis ojos seguían clavados en él. Su trasero se mueve con agilidad mientras escribe perfectamente y con agilidad sobre el pizarrón, sus músculos se tensaban bajo aquella prenda y ni que decir de su expresión, siempre tan seria y sin sentimiento alguno. Haciendo que estuviera segura de algo, y es que, mi decisión estaba más que tomada.
Era el momento de poner mi plan en marcha, aquella idea ahora más que nunca estaba rondando en mi cabeza. Llevaría mi plan de seducción al segundo nivel y no dejaría que nada lo detuviera.
Sus ojos brillaban mientras asume su rol como irresistible profesor. Incluso, era casi palpable como su ego y confianza crecían al mil por siento. De algo me han servido años estudiando psiquiatría, puedo entender perfectamente lo que un hombre con aquellas actitudes y características, pueden ofrecer
Y la respuesta es más clara que el agua. Sufrimiento, sexo placentero y claro, el corazón roto. Hombres como él, simplemente, no se enamoran, no se entregan, solo te usan y te desechan. Genial.
Me acerqué lentamente hacia Sara quien está igual de hipnotizada que todos. Sus ojos negros me observan con curiosidad al notar mi cercanía. No apartó mi mirada de él sin poder evitarlo y sonreí emocionada
-Seguiré con mi plan- afirmó con voz firme
Sonrió con malicia al ver su reacción. Ambas lo disfrutaríamos al máximo, jugar con un tipo que ve una mujer solo como algo follable.
-Estoy loca pero necesito ese diez- susurre y ella niega con la cabeza divertida. Sonrío y miro de arriba a abajo aquel hombre que parece tallado por los dioses apetecibles del cielo del placer
No sería una tarea fácil, era consciente que tipos como Alex Massaro, solo entrabas en su vida, si así él lo deseaba y lo permitía. Pero, estaba dispuesta a hacer lo que en mis manos estuviera para que ese sexy profesor cayera. Salvaría mi carrera y por supuesto, le daría en la punta del hígado a ese ser egocéntrico.
Pasaron las horas y las clases terminaron. La sensación de hormigueo en mi estomago no me ha dejado desde que salí de aquel lugar. Empecé a sentir un deseo mucho más grande que de una simple nota para salvar mi carrera
Deseaba acabar con ese tío, con el profesor que se creía un dios. Y es que, ni siquiera me volteo a ver durante toda la clase. Busque como una demente su mirada, incluso participe en algunas cosas tratando de llamar un poco su atención pero, nada, absolutamente nada, funcionó
Él parecía ajeno a todo, siempre con su expresión seria, manejando la pizarra con tanta elegancia que dejaba a más de uno fuera de si. Y ni que decir de su apariencia, elegante, impecable, gestos pulidos, estilo distinguido, pero a pesar de ello, el peligro y la oscuridad que irradiaban en el, era lo más atrayente, algo que lo hacen tan estúpidamente irresistible.
-¡Carajo, se me ha olvidado mi móvil!- chille buscando en mi mochila, hundí mi ceño sin entender dónde lo abre dejado
Respiro hondo y Sara me observa con diversión.
-Iré a buscarlo, nos vemos mañana- Me despido con un beso en la mejilla y camino rápido hacia el aula rogando porque allí esté.
En cuánto estoy a un paso de entrar, un pecho duro, grande, fuerte y firme me golpea haciendo que caiga contra el suelo. Chillo de dolor por el golpe y mi molestia incrementa al ver que tengo una pésima suerte. Un aroma demasiado atrayente se coló por mis fosas nasales haciendo que levantara la vista curiosa
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PERDICIÓN
RomanceSEGUNDO LIBRO DE LA SAGA "AMORES PASIONALES" NO SE ACEPTA COPIA DE LA OBRA. NO APTO PARA SENSIBLE. TERCER LIBRO DISPONIBLE. ---------------------------------------------------------------- Los Massaro no tienen otro significado en su lengua que no...