Capítulo 49

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•Distancia•

Zoé

17/febrero/2019.

Trato de respirar muy hondo y calmar aquellas emociones que no me han dejado tranquila durante todo el día. Hace algunas horas que salí de la isla gracias a la complicidad con la señora Cassandra. No sé cómo voy a apagarle todo lo que está haciendo, y en verdad, ella se ha portado como toda una mujer extraordinaria y ha sido el apoyo que ahora más que nunca, necesitó.

No sé cómo tuve la fuerza para dejarlo, no sé cómo es que no me derrumbe cuando lo vi, allí, llamándome con el alma rota. Juro que en un segundo me arrepentí, sin embargo, todo lo sucedió me golpeó los sentidos haciéndome que me aferrara a mi decisión.

Mis manos se mueven con nerviosismos y mi mirada se pierde en algún punto de la habitación.

-Señorita Zoé Clark- repiten aquello un par de veces por las bocinas volviéndome a la realidad

-Te estaremos esperando aquí- susurra mi pequeña Mila con una sonrisa. Me pongo a su altura y acaricio su melena rubia tras su orejita con delicadeza

-¿Me prometes visitarme?- susurró con un nudo en la garganta

Ella asiente y hunde su cabecita en mi cuello. Es doloroso, es duro y es horrible tener que dejarlas no sé por cuento tiempo, sin embargo. Sé que ellas estarán bien, Justo porque las dejo en las mejores manos.

Tomó a Molly de los hombros y ella llora junto la pequeña Mila. Las extrañare como no tienen idea, sé que esto es tan duro para mi como para ellas, sin embargo. Nos volveremos a encontrar.

-Cuídala, sabes que ahora eres la hermana mayor.

Ella sonríe entre lágrimas y asienten. Me giro hacia aquella persona que no ha dejado de confiar en mí desde siempre. Su semblante serio y sin sentimiento al fin, después de todo, me muestra algo, un poco de simpatía

-Confió en ti con mi vida.- afirmó y mirando directamente a la más pequeña de los Massaro. Asiente con una sonrisa triste en los labios

Es la única, la única de todo este mundo cruel y despiadado, en quien le confiaría a mis hermanas. Sé que ellas van a estar bajo el cuidado de la señora Cassandra porque me lo prometió, y por alguna razón, sigo confinado en ella de la misma forma.

Las abrazo a cada una por última vez en mucho tiempo, tomó mi mochila y mis papeles con los nervios en cada poro de mi piel. Siento que el corazón se me rompe mientras camino entrando por completo a aquel lugar.

No me atrevo a girarme porque sé que en el momento en que las vea de nuevo, no podré ser tan fuerte y echaré para atrás. No puedo hacerlo. No cuándo soy consiente de que de esto depende mi vida entera. Me aferro a mi mochila y le dedico una sonrisa de labios cerrados a la señorita que me recibe

-Bienvenida al centro de ayuda de Inglaterra. ¿Estas lista?.- Es bastante bonita, de cabello negro y ojo grises.

Respiro hondo y asiento. Estoy lista para empezar a curarme, estoy lista para encontrarme a mi misma, Estoy lista para que el pasado quede atrás.

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12/ Marzo/ 2019.

No resisto otro día. Juro por mi alma que estoy agotada. Han pasado semanas en este maldito lugar, estoy sola, los recuerdos me abruman demasiado y mi mente no reíste tanto dolor

Tengo pesadillas todas las noches, me muestran una y otra vez todo lo que me ha sucedido desde que mi padre murió. En ese instante en que mi vida cambió para mal. Así mismo, siento cada día, horrible y pesado

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