Capítulo 5

6.2K 325 19
                                    

         •Mente en caos•

Releí el mensaje más de diez veces con el corazón en la garganta, están realmente anonada sin saber que hacer. Me sentía una tonta por haber confundido los mensajes, ni siquiera me percaté de nada, absolutamente nada.

Estoy en un dilema. Entre darte una calificación apropiada o explicarte mejor lo que has escrito.

Ahogo un grito y mi pecho se comprime ante el remolino de nuevas sensaciones. Joder, ¿en qué momento dejé mi dignidad por el suelo?

No tenía ni idea de que decir, ¿cómo volvería a verlo después de esto?, estaba perdida y mi orgullo mucho más. Pase mis manos por el rostro con frustración y sentí mi corazón eufórico gritar de emoción

Mi piel empezó a arder y mi respiración se volvió un caos. La imaginación voló en un segundo. ¿Mi plan podría, después de todo, funcionar?

No lo pensé dos veces, estaba arta de ese proyecto que no iba ni en la mitad, así que mi mente voló a alguna respuesta mucho más tentadora que la anterior.

Tome mi móvil y teclee algo rápido, pero, de inmediato lo borre. No, no, no, estaba loca si creía que en este juego, ganaría. No cuando estoy a punto de sufrir un colapso de emociones

¿Que carajos hago?, ¿que se supone que debería a hacer?. No tengo ni idea.

Mi alarma sonó un minuto después dejarme de un poco sorprendida, había pasado horas sentada pensando en que responder y mi trabajo se había quedado en la mitad. ¡Aggg!

Tome mis cosas y camine rápido a mi siguiente clase. Durante todo el tiempo observaba mi móvil sin saber que decir, estaba perdida en mis pensamientos que ni siquiera presté atención a lo que mis profesores dictaban. Salí de la universidad directo a mi auto. Deje caer mi cabeza con pesadez y cerro los ojos con fuerza

Me sentía realmente frustrada. No quería verme como una mujer insinuada a cualquier tipo. Esto es un desastre por completo.

Tenía que aprender a dominar todo lo que de el se trate. Me negaba a que él controlara mis emociones, era algo que nunca había pasado, ese deseo tan enfermo e intenso que me descontrola.

Fui directo a casa, mis pequeñas hermanas estaban en el parque con Lucí. Lo primero que hice fue ponerme algo más cómodo y dejé caer mi cuerpo sobre mi cama. Estaba tan sumida en mis pensamientos que no me percate cuando alguien tocó la puerta

-¿Zoé?- es mi padre.

Me levante de la cama con rapidez y abrí la puerta. Mi padre apareció en mi campo de visión, se veía cansado, con bolsas en los ojos y su aroma era a licor

Sé cómo se siente, tan perdido y con dolor, que el temor de terminar como el, me hacía temblar de pánico. 

-¿Estas bien?- pregunté aunque la respuesta fuera clara, no, un rotundo no.

Estaba perdido en el dolor de ser abandonado por aquello que más amaba. Ella, mi propia madre, era la causante de todo, de nuestro completo dolor.

-Estoy bien, cariño. Solo vine para decirte que este fin de semana tenemos una invitación.- susurra acercándose a mi

Hundo mi ceño sin entender.

-Llegaran a la cuidad personas muy importantes, así que no pude negarme- su mano acaricia mi mejilla con gentileza y la tristeza se cola por el aire

Estaba intentando mantenerse a raya con sus expresiones, lo notaba en cada gesto, cada mirada desviada, incluso, en su toque. Asiento como única respuesta y él me sonrió con cariño.

PERDICIÓN Where stories live. Discover now