•Dolor•
Zoé.
Dolor. Esa palabra ha estado relacionada conmigo desde hace muchos meses. El dolor de ser lastimada tantas veces por aquellos que amas que al final ya no logras poder seguir sintiendo. El dolor de la pérdida. El dolor de sentir como la vida se va de tus manos. Aquel dolor insoportable que parece irse solo cuando él llega a mis pensamientos
Allí, en esos escasos minutos donde duermo y él están en mis sueños, puedo lograr encontrar un poco de paz.
-¿Lo sabias?- escupe tomándome del rostro con mucha fuerza- ¡¿Que si sabias que estabas embaraza de ese maldito?!
<<Embarazada>>
Aún no puedo creerlo. Estoy esperando un bebé de aquel demonio. Un hijo suyo y mío. Es increíble como se siente tener una vida dentro de ti. Es increíble e inexplicable aquella felicidad que me da saber que alguien será mío para siempre.
Jamás me imaginé siendo madre, jamás quise serlo pero, ahora, saber que una vida está creciendo en mi, me llena el pecho de esperanza. Es mío, es mi bebé.
No lo sabía. No tenía ni idea de esto hasta hace un momento que Egan me lo dijo. Está furioso, tanto que no deja de caminar de un lado al otro mientras mis manos acarician mi vientre. Lloro, lloro porque tal vez no tengamos salida de este infierno, mi bebé tendrá un inicio horrible junto a estas personas que no piensan más que con odio.
-No.
Me suelta abruptamente y pasa sus manos por el cuello con molestia. Odia la simple idea tanto como yo lo odio a él. Si no estuviera atada de manos ya lo habría acabado, no me importaría las consecuencias, no me importaría condenar mi alma para salvarme, sacar a mi bebé y a mis hermanas. Lo haría sin siquiera dudarlo.
-Eres una estupida- afirma con odio- Acabas de sentenciar su muerte.
Levantó mi mirada a el con duda por sus palabras y mi corazón se paraliza cuando descubro lo que piensa. Niego tantas veces con la cabeza que duele
-No, no te atrevas..
Sonríe con malicias y sus manos van hasta mi tomándome con una fuerza brutal. Me pega a él y su aliento asquerosos golpea mi mejilla
Mis legrimas caen con dolor por mi rostro empapándolo y mis piernas me fallan.
-No dejare que tengas un bastardo de ese maldito. No compartiré ni siquiera tu vientre. Que te quede claro.
Niego, niego y niego. Caigo de rodillas frente a él y lloro con desesperación. No puede hacerlo, no puede, él no puede!!!
-¡Por favor!, haré lo que sea, haré lo que me pidas... ¡por favor!
Estoy quebrada y suplicando frente a el. No me importa, no me importa si tengo que rebajarme hasta este punto. Le daré lo que sea para que no cometa semejante atrocidad. Me aferro a mi vientre y él llega a mi altura con un rostro de un demente que si, es completamente capaz de hacerlo
Me toma del cuello y sus labios me dedican una sonrisa maquiavélica
-No tienes nada que yo no pueda tomar cuándo se me de la gana, Zoé. Tú me perteneces.
Niego y sigo llorando como loca. Voy a enloquecer si se atreve a....
-Llévenla.
Mi corazón se detiene. Me levantó como puedo y golpeó su cuerpo con todas mis fuerzas. Intento correr y huir, lo intento, juro que intento salvarlo, salvarlo a él. Pero, mi cuerpo está demasiado débil, que cuando llego a la puerta. Un golpe en mi rostro, me hace perder el conocimiento.
Aún así, sigo luchado. Tengo que hacer algo. Tengo que salvarlo. Es mi bebé, es mío, nadie puede arrebatármelo. Por favor...
Despierto con todo mi cuerpo adolorido. Intento abrir mis ojos pero pesan tanto que me cuesta horrores. ¿Que sucedió?. Estoy desorientada, confundida y el dolor no me deja pensar con claridad.
Observó a mi alrededor y mi mente no procesar lo que veo. No recuerdo nada, mis pensamientos están hechos pedazos entre recuerdos extraños. Me observo de arriba a abajo con curiosidad
¿Donde estoy?. Es como si fuese un hospital, extraño y algo oscuro. Tengo una bata y también una máscara de oxígeno.
Me levantó deshaciéndome de todo y una punzada en mi vientre me hace bajar las manos a él. De repente, y como si de una pesadilla horrible y escalofriante, todos los recuerdos llegan, aquellos recuerdos que me hacen enloquecer de dolor
Tocó mi venntre quedándome en mi lugar inmóvil. No es cierto, no es cierto, él, el está bien, es mío, él, él no....Mis lágrimas caen por mis mejillas con demasiada fuerza y mi alma se rompe en pedazos
¿Mi bebé....
Él..
Caigo de rodillas y mis lágrimas no dejan de salir inundándome. Mis pensamientos me abruman al punto en que tengo que soltar un grito desgarrador para calmarlo. ¡No es cierto!
Es mi bebé, aún tengo a mi bebé. Es mío. El no... él no está....
Suelto gritos tan desgarradores que mi cuerpo se estremece. El dolor me ciega por completo y mi pecho siente aquel vacío. ¡Voy a matarlo!, voy a asesinar a ese maldito con mis manos, él lo hizo, ¡todo esto es su culpa!
Niego, me niego a creerlo. No pudieron ser tan malditos para hacerme esto, para hacerle esto aún ser inocente. Duele, horrible, duele al punto en que no lo soporto, duele tanto que no aguanto más
Empiezo a golpear todo a mi paso. Estalló y la sangre se convierte en llamas. ¡Ese pedazo de escoria!, lo matare con mis manos, ¡juro por mi alma rota que lo acabaré, a todos ellos!.
Gritó, peleó y suelto golpeas a las enfermeras y doctores que llegan. No me importa, ellos... ellos se llevaron a mi bebé... él ....
Niego, sigo negándome, mi corazón duele tanto. Todo duele. No paro de llorar. De golpear a todo, estoy enceguecida y peor aún, estoy deshecha por dentro. Acaban de matarme así como lo hicieron con.....
¡No!. Es solo una pesadilla, solo es una maldita pesadilla. Tengo que cerrar los ojos y volveré a mi vida de antes. Esto no es real, no es real, no puede ser real
-¡Sedante!- escuchó mientras dos hombres me sujetan de los brazos deteniéndome
No me importa. Voy a matarlo, a todos, a cada uno, voy a matar a ese maldito... ¡Dios!, ¿¡por qué?!
-¡Maldito!, ¡te odio!, ¡maldito una y mil veces!
Lloro, lloro y sigo maldiciéndolo hasta que un pinchazo me hace perder fuerzas. Sigue sin importarme. Sigo peleando, sigo llorando y lamentando cada horrible cosa.
Joder, duele, demasiado. Esto es demasiado para mi. No lo soporto. Me giro abruptamente perdiendo fuerza y mi cuerpo se siento mucho más pesado
En un segundo. Todo es borroso, todos es alejado y el dolor desaparece. Todo, en mi, se convierte en, nada.
-Llévenla a la habitación.- mi madre escupe con asco
-¡Joder Sara!...
Y dejo de escuchar. Mis ojos pesan y mi respiración se torna débil. Al fin, al fin ha llegado la hora de descansar, al fin, el ángel de la muerte a venido por mi. Al fin estaré libre.
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PERDICIÓN
RomanceSEGUNDO LIBRO DE LA SAGA "AMORES PASIONALES" NO SE ACEPTA COPIA DE LA OBRA. NO APTO PARA SENSIBLE. TERCER LIBRO DISPONIBLE. ---------------------------------------------------------------- Los Massaro no tienen otro significado en su lengua que no...