19. Preparando el Camino hacia París

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De Regreso a la Realidad

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De Regreso a la Realidad

Después de un mes en Seúl disfrutando de la compañía de Jennie y Lisa, así como de sus propias citas secretas, Jisoo y Rosé sabían que era hora de regresar a su rutina de entrenamiento. Con Roland Garros a la vuelta de la esquina, la presión aumentaba, no solo por la competencia, sino también por la expectación que ambas sentían al tener que enfrentarse nuevamente en la cancha.

De vuelta en Australia, Rosé intensificó su entrenamiento con su equipo, mientras que Jisoo, en Corea, hacía lo mismo. Ambas sabían que tenían que darlo todo si querían destacar en Roland Garros. Sin embargo, sus pensamientos a menudo volvían a las noches en Seúl, a los momentos compartidos y a la incertidumbre de lo que vendría.

Jennie y Lisa, quienes ya estaban disfrutando de su relación, también jugaban un papel crucial en la preparación de las protagonistas. Jennie, con su enfoque estratégico, ayudaba a Jisoo a mejorar su juego en tierra batida, mientras que Lisa, con su energía inagotable, se aseguraba de que Rosé se mantuviera motivada y concentrada.

—Sabes que Rosé está entrenando duro, ¿verdad? —preguntó Jennie a Jisoo durante una sesión de práctica.

—Lo sé. Y eso me motiva aún más. No quiero decepcionarla, pero tampoco quiero que me gane fácilmente —respondió Jisoo con una sonrisa desafiante.

La Llamada Nocturna

Una noche, después de un día agotador de entrenamiento, Rosé decidió llamar a Jisoo. Aunque ambas estaban enfocadas en sus respectivos entrenamientos, sentían la necesidad de mantenerse conectadas.

—¿Cómo te va en Corea? —preguntó Rosé, su voz suave al otro lado de la línea.

—Cansada, pero bien. Jennie no me da tregua, y eso es lo que necesito —respondió Jisoo, riendo.

—Lisa está igual conmigo. A veces siento que se divierte viéndome sufrir —bromeó Rosé, haciendo que ambas rieran.

La conversación fluía fácilmente, hablando de sus entrenamientos, de las cosas que extrañaban de Seúl, y de cómo estaban manejando la presión del próximo torneo. Sin embargo, debajo de todo eso, había una tensión subyacente, una mezcla de competitividad y afecto que ambas sentían.

—No puedo esperar para verte en París —dijo Rosé finalmente, con una sinceridad que dejó a Jisoo sin palabras por un momento.

—Yo tampoco. Pero ten cuidado, no voy a ser fácil de vencer —respondió Jisoo, aunque su tono era más suave de lo que pretendía.

Al día siguiente, Rosé tuvo una inesperada visita en su entrenamiento en Australia. Sana apareció en la cancha, dispuesta a darle un desafío amistoso.

—He oído que te estás preparando para París. ¿Qué tal un pequeño duelo para calentar motores? —dijo Sana con una sonrisa traviesa.

—¿Estás segura de que quieres enfrentarme ahora? Estoy en mi mejor forma —respondió Rosé, levantándose y preparándose para el reto.

El partido fue intenso, con ambas jugadoras mostrando su mejor nivel. A medida que avanzaba, Rosé notó algo en la mirada de Sana, una especie de admiración que iba más allá de lo puramente deportivo. Al final, Rosé ganó el duelo, pero no pudo evitar sentirse extrañamente conmovida por la cercanía que se había desarrollado entre ellas durante el partido.

—Buen juego, Sana. Eres una oponente difícil de superar —dijo Rosé, respirando con dificultad.

—Lo mismo digo. Pero hay más que tenis en este mundo, ¿sabes? —respondió Sana, dejando una insinuación en el aire que Rosé no pudo ignorar.

Esa noche, Rosé no pudo dejar de pensar en Sana y lo que esa mirada podría haber significado. Decidió llamar a Lisa para hablar sobre lo sucedido.

—Lisa, algo raro pasó hoy. Jugué un partido contra Sana y sentí que había algo más en su manera de mirarme… —confesó Rosé, aún confundida.

—Bueno, Sana siempre ha sido un poco misteriosa, pero también es alguien en quien puedes confiar. Tal vez solo estaba impresionada por tu juego —respondió Lisa, intentando tranquilizar a su amiga.

—Espero que sea eso. No quiero que nada complique lo que estoy construyendo con Jisoo —dijo Rosé, suspirando.

—Tranquila, Rosie. Lo que tienes con Jisoo es especial, y nada ni nadie lo va a cambiar si ambas se mantienen honestas y fuertes —dijo Lisa, con una seguridad que ayudó a calmar los nervios de Rosé.

 Lo que tienes con Jisoo es especial, y nada ni nadie lo va a cambiar si ambas se mantienen honestas y fuertes —dijo Lisa, con una seguridad que ayudó a calmar los nervios de Rosé

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Desafiando el Amor || CHAESOO ~ JENLISA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora