34. Tensión

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La brisa de la mañana se filtraba a través de las copas de los árboles que rodeaban las canchas de césped, mientras Rosé y Jisoo realizaban los primeros ejercicios de calentamiento bajo la atenta mirada de Jennie y Lisa

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La brisa de la mañana se filtraba a través de las copas de los árboles que rodeaban las canchas de césped, mientras Rosé y Jisoo realizaban los primeros ejercicios de calentamiento bajo la atenta mirada de Jennie y Lisa. Wimbledon se acercaba rápidamente, y cada día de entrenamiento contaba.

Jennie había sido implacable con el calendario de Jisoo, asegurándose de que ningún detalle fuera pasado por alto. Cada golpe, cada saque, cada movimiento debía ser calculado a la perfección. Jisoo, aunque agradecida por la dedicación de su mánager y mejor amiga, comenzaba a sentir el peso de la presión.

Mientras tanto, Rosé intentaba seguir el ritmo, pero sus pensamientos estaban muy lejos. Los ecos de la conversación con sus padres resonaban en su mente. Aunque intentaba concentrarse, cometía errores básicos: pelotas fuera de la línea, saques demasiado flojos, golpes torcidos.

Lisa apretó los labios, observando desde la línea lateral. -Rosé, concéntrate. Sabes que puedes hacerlo mejor, -dijo con un tono más duro de lo habitual, lo que sorprendió a Rosé.

Rosé asintió, pero en su mirada se reflejaba el cansancio emocional. Jisoo, que estaba del otro lado de la cancha, la observaba atentamente. Sabía que algo estaba mal, pero Rosé aún no había querido hablar del todo. El entrenamiento continuó, pero las tensiones en el aire eran palpables.

Tras una serie de errores más, Jennie detuvo la práctica y dio instrucciones para que tomaran un descanso. -Nos encontramos en el vestuario en 15 minutos,  -dijo con seriedad, antes de ir a hablar con Jisoo sobre los ajustes que quería hacer.

Mientras tanto, Jisoo se acercó a Rosé, tomando su raqueta y poniéndola a un lado. -Ven conmigo, -susurró, llevándola hacia un rincón apartado de la cancha.

Jisoo miró a Rosé con una mezcla de preocupación y ternura. -Sé que hay algo que no estás diciendo, -comenzó. -No tienes que enfrentarlo sola, Rosie. Estoy aquí para ti.

Rosé apartó la mirada, con los ojos brillando de frustración y tristeza. -Es... es mi familia, Jisoo. No puedo sacarme de la cabeza lo que me dijeron. Me siento tan... insuficiente.

Jisoo suspiró y le tomó las manos. -Sé que es difícil. Pero si dejas que esto te controle, no podrás enfocarte en lo que amas, en lo que realmente eres. -Hizo una pausa, tratando de medir sus palabras. -Estamos juntas en esto, no tienes que cargar con ese peso sola.

Rosé asintió, pero el nudo en su garganta no desaparecía. -Solo... solo necesito un poco de tiempo. Pero no quiero que pienses que estoy fallando a propósito.

-Nunca pensaría eso, -respondió Jisoo rápidamente. -Pero necesitas hablar con Lisa también. Ella puede ayudarte más de lo que crees.

Mientras Jisoo y Rosé  hablaban, en otra parte de la cancha, Jennie y Lisa también intercambiaban palabras, aunque con una dosis de tensión que comenzaba a escalar.

-Jisoo está bien, no necesitas ser tan dura con ella, -dijo Lisa, cruzando los brazos mientras observaba a su novia con una mezcla de preocupación y frustración.

Jennie se giró hacia ella, frunciendo el ceño. -Estoy siendo realista. Si Jisoo no se prepara como debe, perderá en las primeras rondas. No podemos permitirnos eso.

-¿Y qué hay de Rosé? Está claro que algo anda mal, y creo que deberías estar más preocupada por cómo está afectando al equipo.

-No es mi trabajo ser su psicóloga, Lisa, -replicó Jennie, levantando la voz ligeramente. -Eso es algo que tú deberías estar manejando. No podemos permitirnos que los problemas personales se metan en el entrenamiento.

Lisa cerró los ojos, respirando hondo para calmarse. -No es tan simple, Jennie. Rosé está lidiando con mucho más de lo que ves, y si la presionamos demasiado, podríamos perderla.

La tensión creció entre ambas, pero antes de que pudieran decir más, Jisoo y Rosé regresaron, interrumpiendo la conversación. Jennie y Lisa intercambiaron miradas, sabiendo que necesitarían resolver esto en privado más tarde.

Más tarde, esa noche, las cuatro chicas decidieron tomar un respiro del estrés del torneo. Jennie sugirió una cena tranquila en un pequeño restaurante, y aunque había tensión en el aire, todos sabían que era necesario relajarse un poco.

Durante la cena, Lisa tomó la mano de Jennie bajo la mesa, mirándola con disculpas en los ojos. -Lo siento por antes. Solo estoy preocupada por Rosé, y sé que tú también te preocupas por Jisoo. No quería pelear.

Jennie apretó su mano, sonriendo suavemente. -Yo también lo siento. Creo que todos estamos bajo mucha presión, y tenemos que encontrar una forma de sobrellevarlo.

Jisoo y Rosé también tuvieron un momento privado más tarde, caminando por las calles iluminadas. -Gracias por estar conmigo hoy, -dijo Rosé en voz baja. -A veces siento que no lo estoy logrando, pero saber que me tienes me hace sentir más fuerte.

Jisoo sonrió, besando suavemente su mejilla. -Siempre estaré aquí cielo. No importa lo que pase, siempre.

 No importa lo que pase, siempre

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Desafiando el Amor || CHAESOO ~ JENLISA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora