Desafiando el Amor || CHAESOO ~ JENLISA ||

20. Reencuentro en la Ciudad de las Luces

Llegada a París

El sol de la tarde bañaba los tejados de París cuando Jisoo y Jennie llegaron al aeropuerto Charles de Gaulle. El aire estaba impregnado con una mezcla de anticipación y nerviosismo. Mientras recogían sus maletas, Jennie no pudo evitar notar la expresión concentrada de Jisoo.

—¿Estás bien? —preguntó Jennie, tratando de leer el rostro de su amiga.

—Sí, solo estoy pensando en lo que nos espera. Roland Garros no será fácil, especialmente con todas las grandes jugadoras que se han clasificado —respondió Jisoo, mientras una leve sonrisa se dibujaba en su rostro.

Jennie asintió, comprendiendo la presión que sentía Jisoo. Mientras salían del aeropuerto, un coche las esperaba para llevarlas al hotel donde se encontrarían con Rosé y Lisa.

En otro terminal del aeropuerto, Rosé y Lisa también habían aterrizado. Lisa, siempre enérgica y optimista, observaba el bullicio del aeropuerto con una mezcla de emoción y curiosidad.

—Es extraño estar aquí otra vez, pero esta vez con tanto en juego —comentó Rosé mientras esperaban su equipaje.

—Lo sé, pero tienes que verlo como una oportunidad. Esta es tu chance de brillar, y yo estaré aquí para ayudarte a lograrlo —respondió Lisa, sonriendo con seguridad.

Cuando finalmente llegaron al hotel, ambas estaban ansiosas por reencontrarse con Jisoo y Jennie. Sabían que la competencia iba a ser feroz, pero el apoyo mutuo era crucial.

Al entrar al vestíbulo del hotel, Rosé y Lisa se encontraron con Jisoo y Jennie. Los ojos de Jisoo se iluminaron al ver a Rosé, y sin decir una palabra, caminaron rápidamente hacia ellas.

—¡Hola! ¡Finalmente nos reencontramos! —exclamó Lisa, soltando sus maletas y corriendo hacia Jennie con una sonrisa radiante.

Jennie la recibió con los brazos abiertos, y ambas se abrazaron con fuerza, pero antes de que Jennie pudiera decir algo, Lisa la levantó del suelo en un giro lleno de risa y alegría. Las demás personas en el vestíbulo notaron su efusividad, pero para ellas, el mundo exterior había desaparecido.

—Te extrañé tanto —susurró Lisa, aún sosteniéndola en sus brazos.

—Yo también, Lisa. París es aún más hermosa contigo aquí —respondió Jennie, acariciando suavemente la mejilla de Lisa antes de darle un beso tierno.

Mientras tanto, Jisoo y Rosé compartieron una sonrisa más contenida pero igualmente significativa. Se acercaron, y aunque su saludo fue más discreto, ambas sintieron la creciente conexión entre ellas.

—Es bueno verlas otra vez. París va a ser un desafío, pero estar juntas lo hace más llevadero —dijo Rosé, sonriendo tímidamente a Jisoo.

—Definitivamente. Necesitamos aprovechar cada momento antes de que comience la acción —respondió Jennie, notando la sutil tensión entre Jisoo y Rosé, algo que solo sus amigas más cercanas podían percibir.

La Primera Noche en París

Después de instalarse en sus habitaciones, decidieron salir a explorar la ciudad. Caminando por las calles empedradas, con la Torre Eiffel a lo lejos, las cuatro disfrutaban del encanto parisino. Entraron en un pequeño café y pidieron algunos dulces típicos para compartir.

—He estado revisando la lista de jugadoras, y parece que Naomi Osaka y Iga Świątek están en excelente forma este año. Será interesante ver cómo se desarrolla el torneo —comentó Jennie, mientras tomaba un sorbo de su café.

—Sí, y también está Ons Jabeur. Su juego en tierra batida es impresionante. Habrá que tener cuidado con ella —agregó Lisa, siempre enfocada en los detalles técnicos.

—Pero recuerden, no importa quién esté en la cancha, lo importante es que demos lo mejor de nosotras —dijo Rosé, mirando a Jisoo con determinación.

—Totalmente de acuerdo. Este es nuestro momento, y no lo vamos a desperdiciar —respondió Jisoo, tomando la mano de Rosé bajo la mesa, un gesto que pasó desapercibido para Jennie y Lisa.

Primeros Entrenamientos en Roland Garros

A la mañana siguiente, Jennie y Jisoo llegaron temprano a las canchas de entrenamiento en Roland Garros. El ambiente era eléctrico, con jugadoras de todas partes del mundo preparándose para el torneo.

Mientras Jisoo se calentaba, Jennie revisaba la programación y planificaba las estrategias. Sabía que cada entrenamiento contaba, y que Jisoo necesitaba estar en su mejor forma para enfrentar a oponentes como Simona Halep y Aryna Sabalenka.

—Hoy vamos a enfocarnos en mejorar tu velocidad en la cancha. Necesitamos que te muevas como el viento —dijo Jennie, con la seriedad de una manager que conoce bien a su jugadora.

Por otro lado, en otra cancha, Rosé estaba en plena sesión con Lisa. La dinámica entre ambas era palpable; Lisa conocía cada punto fuerte y debilidad de Rosé, y sabía cómo sacar lo mejor de ella.

—Vamos, Rosé, enfócate. Imagina que estás en un partido real. Tienes que anticipar los movimientos de tus oponentes, especialmente contra alguien como Elina Svitolina —dijo Lisa, mientras Rosé corría para devolver una pelota difícil.

—Lo tengo, solo necesito más práctica —respondió Rosé, sudando pero con una expresión decidida.

Una Cena Especial

Esa noche, Jennie y Lisa organizaron una cena para relajarse y disfrutar antes del comienzo oficial del torneo. El restaurante elegido ofrecía una vista espectacular de la ciudad, y mientras cenaban, las cuatro amigas reflexionaron sobre lo que estaba por venir.

—No importa cómo termine este torneo, estoy feliz de que estemos todas juntas aquí. París es mágico, pero lo es aún más cuando estamos las cuatro —dijo Lisa, levantando su copa.

—Estoy de acuerdo. Hemos trabajado duro para llegar hasta aquí, y pase lo que pase, hemos ganado algo más importante que un trofeo —agregó Jennie, mirando a Jisoo y Rosé con una sonrisa.

Jisoo y Rosé intercambiaron una mirada, conscientes de que la verdadera batalla aún estaba por comenzar, no solo en la cancha, sino en sus corazones.