Jisoo una talentosa jugadora de Corea, y Rosé, su rival australiana, se enfrentan en un prestigioso torneo en Melbourne en el Australia Open. Mientras luchan por alcanzar la cima, una atracción secreta comienza a florecer entre ellas, desafiando la...
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La noche antes de la final
Es tarde, pero el cansancio no es suficiente para calmar los pensamientos que invaden la mente de Rosé. Se levanta de la cama, sintiendo el peso de lo que está por venir. El partido contra Aryna Sabalenka es uno de los más importantes de su carrera, y no puede evitar sentir la presión.
Siente una mano suave tocando su espalda. Es Jisoo, que la ha estado observando desde la cama.
—No puedes dormir amor —dice Jisoo con una voz serena pero preocupada.
—No puedo dejar de pensar en lo que pasará mañana —responde Rosé, sentándose junto a ella—. Me asusta la idea de fallar.
Jisoo la toma de la mano, mirándola directamente a los ojos.
—Escucha, no importa lo que pase mañana. Eres increíble, y lo que has logrado hasta ahora es lo que cuenta. Te amo, y eso nunca va a cambiar, gane o pierdas.
Rosé siente un nudo en la garganta. Su amor por Jisoo es lo que la ha mantenido fuerte todo este tiempo. La mira con una mezcla de gratitud y devoción antes de abrazarla con fuerza, buscando consuelo en su abrazo.
Lo que comienza como un gesto de apoyo rápidamente se convierte en un momento lleno de pasión. Rosé besa a Jisoo con intensidad, sintiendo el fuego que siempre surge entre ellas en momentos de vulnerabilidad. Jisoo responde con el mismo deseo, como si ambas estuvieran buscando en esa intimidad un refugio ante la presión externa.
La noche se vuelve una mezcla de pasión, amor y conexión emocional. Ambas se entregan la una a la otra, dejando que sus cuerpos hablen en lugar de las palabras. Es un momento de profunda intimidad, en el que Rosé encuentra fuerza en los brazos de Jisoo.
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La final de Wimbledon
El día del partido llega, y el estadio está repleto de aficionados ansiosos por ver la gran final. Rosé se siente nerviosa, pero la noche anterior con Jisoo le ha dado una paz interior que no tenía antes.
Desde el comienzo, el partido es feroz. Sabalenka juega con una agresividad impresionante, mientras Rosé responde con su característico estilo de juego preciso y calculado. Cada punto se siente como una batalla, y la tensión crece en el aire.
En las gradas, Jisoo, Jennie, y Lisa observan con el corazón en la mano. A pesar de la habilidad y la fortaleza mental de Rosé, el partido se vuelve cada vez más complicado. Sabalenka golpea con una fuerza inigualable, llevándose los primeros juegos. Aunque Rosé se esfuerza por mantenerse a la altura, pierde el primer set.
El segundo set se vuelve aún más intenso. Rosé se concentra en cada punto, recuperando algo de terreno, pero el desgaste físico comienza a pasarle factura. A pesar de sus esfuerzos, no puede evitar que Sabalenka cierre el partido con un 7-5, 6-4 a su favor.
Rosé se queda parada en la cancha, con la mirada perdida. No puede evitar sentir la amargura de la derrota, pero también está orgullosa de haberlo dado todo. Las cámaras la enfocan, capturando su emoción mientras el público la aplaude de pie.
