18. Bajo las Estrellas

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La Invitación

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La Invitación

Después de varias salidas casuales, Rosé sentía que era el momento adecuado para llevar su relación con Jisoo al siguiente nivel. Así que decidió invitarla a una cita especial antes de regresar a Australia. La noche sería perfecta para un evento bajo las estrellas, en un lugar donde pudieran disfrutar de la tranquilidad y la belleza de Seúl.

—Jisoo, ¿estarías dispuesta a salir conmigo mañana por la noche? Quiero que sea algo especial —dijo Rosé con una mezcla de emoción y nerviosismo.

Jisoo sonrió, sintiendo el mismo entusiasmo.

—Me encantaría. ¿Qué tienes en mente? —respondió, intrigada.

—Es una sorpresa. Solo asegúrate de estar lista a las siete —dijo Rosé, dejando que el misterio flotara en el aire.

Rosé se esmeró en preparar cada detalle. Reservó un lugar en una azotea con vistas espectaculares de la ciudad, donde podían disfrutar de una cena privada bajo las estrellas. Organizó todo, desde la decoración hasta la selección de la música, para que la noche fuera inolvidable.

Al día siguiente, Jisoo se arregló con esmero, eligiendo un vestido que sabía que a Rosé le gustaría. Cuando Rosé llegó para recogerla, quedó impresionada por lo hermosa que se veía Jisoo.

—Estás increíble —dijo Rosé, sintiendo un leve rubor en las mejillas.

—Tú tampoco te quedas atrás —respondió Jisoo con una sonrisa coqueta.

Llegaron al lugar de la cita, y Jisoo quedó maravillada por la vista y la atmósfera que Rosé había creado. Las luces suaves, el sonido de la música de fondo, y la tranquilidad de la noche hacían que el ambiente fuera perfecto.

—Esto es increíble, Rosé. No puedo creer que hayas hecho todo esto por nosotras —dijo Jisoo, sintiéndose profundamente conmovida.

—Quería que fuera una noche que recordáramos para siempre —respondió Rosé, tomando la mano de Jisoo mientras se sentaban a la mesa.

La cena fue deliciosa, pero lo más importante fue la conexión que ambas sentían. Hablaron de sus sueños, sus miedos, y de lo que significaba la una para la otra. A medida que la noche avanzaba, la intimidad entre ellas creció.

Después de la cena, Rosé invitó a Jisoo a acercarse al borde de la azotea para disfrutar de la vista de las estrellas. Mientras observaban el cielo, Rosé sintió que era el momento perfecto.

—Jisoo, quiero decirte algo —dijo Rosé en un susurro.

—Dime, Rosé —respondió Jisoo, sintiendo que su corazón latía con fuerza.

—Desde que comenzamos a pasar tiempo juntas, mis sentimientos por ti han crecido más de lo que jamás imaginé. No puedo dejar de pensar en ti, y cada momento que pasamos juntas me hace sentir que estamos destinadas a algo más grande —dijo Rosé, mirando a Jisoo con una sinceridad que hacía imposible que la otra apartara la mirada.

Jisoo, conmovida por las palabras de Rosé, tomó su mano.

—Yo siento lo mismo, Rosé. Estar contigo ha cambiado mi vida, y no quiero perder lo que hemos construido. Quiero que esto funcione, y estoy dispuesta a hacer todo lo que esté en mi mano para que así sea —respondió, con una voz suave pero llena de convicción.

En ese momento, ambas sabían lo que querían. Con una sonrisa tímida, Rosé se acercó a Jisoo, sus miradas se encontraron por un instante antes de que sus labios se rozaran suavemente. El beso fue dulce, lleno de promesas y emociones no dichas.

El mundo pareció detenerse, y en ese instante, Jisoo y Rosé se dieron cuenta de que estaban comenzando algo hermoso y profundo.

Después del beso, se quedaron abrazadas, disfrutando de la quietud de la noche y la calidez de la compañía mutua.

—Esto es solo el comienzo, ¿verdad? —preguntó Jisoo en voz baja, apoyando su cabeza en el hombro de Rosé.

—Sí, el comienzo de algo increíble —respondió Rosé, con una sonrisa que Jisoo sintió más que vio.

Antes de despedirse, ambas se miraron con la certeza de que habían dado un gran paso en su relación. La promesa de un futuro juntos, lleno de amor y complicidad, estaba ahora más firme que nunca.

—No importa lo que pase en París o en cualquier lugar, siempre estaré aquí para ti, Jisoo —dijo Rosé, estrechando la mano de Jisoo con cariño.

—Y yo para ti, Rosé. Esto es solo el principio de algo hermoso —respondió Jisoo, con una mirada llena de amor.

Esa noche, al regresar a sus respectivos hogares, tanto Jisoo como Rosé se acostaron con una sonrisa en los labios, sabiendo que habían dado un paso decisivo en su relación. El futuro era incierto, pero lo que tenían en el presente era suficiente para enfrentar cualquier desafío.

El Aeropuerto

Al día siguiente, las cuatro amigas se encontraban en el aeropuerto para la despedida. El ambiente era melancólico, pero lleno de expectativa. Sabían que cada una de ellas tenía su propio camino, pero lo que habían construido juntos era inquebrantable.

—Nos volveremos a ver muy pronto, ¿verdad? —dijo Lisa, mirando a Jennie con una sonrisa esperanzadora.

—Por supuesto. Mantendremos el contacto —respondió Jennie, sabiendo que la espera sería difícil, pero que valdría la pena.

Rosé y Jisoo también intercambiaron palabras de aliento.

—No importa lo que pase en las canchas, siempre serás mi rival y mi apoyo —dijo Jisoo, sonriendo con complicidad.

—Y yo siempre estaré aquí para ti, Jisoo. No dejes que nada ni nadie te desanime —replicó Rosé, sintiéndose fuerte y decidida.

Las cuatro se abrazaron con fuerza, sintiendo que este momento era un nuevo comienzo para cada una de ellas. A pesar de la distancia y los desafíos que enfrentarían, sabían que el amor y la amistad serían su guía.

Con un último vistazo, se dirigieron a su puerta de embarque, llevando en sus corazones la promesa de un futuro lleno de amor, rivalidad y el deseo de ser la mejor versión de sí mismas.

En el vuelo de regreso a Australia, Rosé miró por la ventana, reflexionando sobre lo que había aprendido durante su viaje. Se sentía más fuerte, más segura de sí misma y, sobre todo, emocionada por lo que vendría.

A medida que el avión ascendía por encima de las nubes, Rosé sintió una nueva determinación. Había mucho que enfrentar en el camino hacia Roland Garros, pero no importaba lo que pasara, sabía que tendría a Jisoo a su lado, así como a Lisa y Jennie. Juntas, enfrentarían cada desafío y celebrarían cada victoria.

El futuro estaba lleno de posibilidades, y Rosé estaba lista para descubrirlas, sabiendo que el amor y la amistad siempre estarían en el centro de su viaje.

El futuro estaba lleno de posibilidades, y Rosé estaba lista para descubrirlas, sabiendo que el amor y la amistad siempre estarían en el centro de su viaje

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Desafiando el Amor || CHAESOO ~ JENLISA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora