15. Reflejos en el Espejo

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La Rutina en Corea

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La Rutina en Corea

El regreso a Corea fue un choque para Jisoo. El bullicio de Seúl, con su ritmo acelerado y sus luces deslumbrantes, contrastaba con la serenidad que había sentido en Australia. A pesar de que la ciudad le ofrecía una distracción constante, no podía evitar sentirse atrapada en una monotonía emocional.

Cada mañana, Jisoo se despertaba temprano para sus entrenamientos, pero algo en su rutina había cambiado. Aunque físicamente estaba presente, su mente vagaba hacia aquellos momentos en Melbourne. Mientras golpeaba las pelotas en la cancha de prácticas, veía el rostro de Rosé en cada golpe. Se sentía frustrada, como si hubiera perdido su equilibrio interno.

Jennie lo notó inmediatamente. Siempre había sido la confidente de Jisoo, y aunque la respetaba lo suficiente como para no presionarla, sabía que su amiga necesitaba hablar.

Una tarde, después de una sesión de entrenamiento especialmente agotadora, Jennie invitó a Jisoo a su apartamento para cenar. Mientras compartían una comida sencilla, Jennie rompió el silencio.

—Jisoo, sé que algo te está molestando. No eres la misma desde que volvimos de Australia —dijo Jennie, con su voz suave pero firme.

Jisoo suspiró, dejando que su tenedor cayera en su plato.

—Es complicado, Jennie. Siento que hay tanto que no entiendo… sobre mí misma, sobre Rosé. Creí que todo sería más fácil una vez que nos separamos, pero ahora parece que solo estoy más confundida.

Jennie asintió, comprendiendo la confusión de su amiga. Sabía que Jisoo había desarrollado sentimientos profundos por Rosé, pero también sabía que Jisoo no era alguien que tomara decisiones impulsivas.

—A veces, cuando tienes un sentimiento tan fuerte, es imposible simplemente ignorarlo. Quizás necesitas tiempo para procesarlo, pero también necesitas ser honesta contigo misma. ¿Qué es lo que realmente quieres, Jisoo? —preguntó Jennie.

Jisoo se quedó en silencio por un momento, reflexionando sobre las palabras de Jennie. ¿Qué es lo que realmente quería? No tenía la respuesta clara, pero sabía que no podía seguir ignorando lo que sentía por Rosé.

La Vida en Australia

Mientras tanto en Australia Rosé intentaba llenar el vacío que había dejado Jisoo. Volver a su rutina diaria era difícil, y aunque estaba rodeada por el apoyo de Lisa, la ausencia de Jisoo pesaba en su corazón.

Rosé y Lisa solían pasar las tardes juntas, ya fuera entrenando o simplemente explorando la ciudad. Pero a pesar de la compañía de Lisa, Rosé no podía evitar sentirse sola.

Una tarde, mientras caminaban por la playa, Lisa decidió abordar el tema que había estado evitando.

—Rosé, sé que no es fácil, pero tienes que hablar de esto. Estás tratando de enterrar tus sentimientos, y eso no es bueno para ti —dijo Lisa, mirando a Rosé con preocupación.

Rosé se detuvo, mirando el océano. Sentía que las olas reflejaban su estado emocional, en constante agitación.

—Es que no sé cómo —respondió Rosé, con una voz quebrada—. Siento que si empiezo a hablar de lo que siento, todo se desmoronará. Y no estoy segura de estar lista para eso.

Lisa la miró con empatía.

—No tienes que tener todas las respuestas ahora, pero necesitas empezar por algún lado. Sabes que siempre estaré aquí para ti, pase lo que pase.

Rosé le sonrió, agradecida por tener a alguien como Lisa en su vida. Sabía que tenía que enfrentar sus sentimientos, pero aún estaba asustada.

Más tarde, en una cafetería cercana, Sana apareció de manera inesperada. Habían tenido una breve charla después del partido, pero no esperaba volver a verla tan pronto.

—Rosé, ¿te importaría si me uno? —preguntó Sana con una sonrisa cálida, notando la sorpresa en el rostro de Rosé.

Lisa le hizo un gesto a Rosé, dándole permiso para hablar a solas con Sana. Rosé aceptó, y pronto se encontraron charlando sobre la vida, el tenis y las complicaciones del amor.

—No siempre es fácil, ¿verdad? —comentó Sana en un momento—. Enfrentarse a sentimientos que no esperabas, especialmente cuando parecen cambiar todo lo que pensabas que sabías.

Rosé asintió lentamente, sintiendo que Sana entendía lo que estaba pasando por su mente.

—Es como si mi vida estuviera dividida en dos —dijo Rosé—. Una parte de mí quiere seguir adelante, enfocarme en mi carrera, pero la otra parte… no puede dejar de pensar en ella.

Sana la miró con comprensión.

—A veces, la única forma de avanzar es aceptando lo que sientes, sin importar lo complicado que parezca. No estás sola en esto, Rosé.

Mientras tanto, Jennie y Lisa mantenían su conexión a través de llamadas y mensajes. Aunque estaban en lados opuestos del mundo, se sentían más cercanas que nunca.

Una noche, mientras conversaban por videollamada, Jennie dejó escapar un comentario que tomó a Lisa por sorpresa.

—¿Alguna vez has pensado en lo que podría pasar si… nosotras…? —Jennie dejó la pregunta en el aire, nerviosa por la respuesta.

Lisa, a pesar de la distancia, sintió un vuelco en el estómago. No era la primera vez que se lo preguntaba, pero escuchar a Jennie expresarlo lo hacía más real.

—Jennie, yo… —Lisa titubeó, pero decidió ser honesta—. Sí, lo he pensado. Y cada vez que lo hago, siento que podría ser algo increíble.

Ambas se quedaron en silencio por un momento, procesando lo que acababan de confesar. Había una mezcla de miedo y excitación en sus corazones, pero también una certeza de que su relación estaba evolucionando.

La Reflexión y la Decisión

Con el paso de las semanas, tanto Jisoo como Rosé se dieron cuenta de que evitar sus sentimientos solo las estaba lastimando más. A pesar de la distancia, ambas llegaron a la misma conclusión: tenían que enfrentar lo que sentían.

Jisoo decidió escribir una carta a Rosé, algo que había estado considerando desde que se despidieron en el aeropuerto. Sabía que expresar sus emociones por escrito le permitiría ser más honesta, sin las distracciones del mundo exterior. En la carta, Jisoo habló sobre sus miedos, sus dudas, pero también sobre su amor por Rosé, algo que no podía negar más.

Rosé, por su parte, comenzó a escribir en su diario, tratando de ordenar sus pensamientos. Sabía que sus sentimientos por Jisoo eran reales, pero también sabía que el tiempo y la distancia podían cambiar muchas cosas. Sin embargo, decidió que no podía vivir en la incertidumbre para siempre. Tenía que tomar un riesgo, y ese riesgo era ser honesta con Jisoo sobre lo que sentía.

 Tenía que tomar un riesgo, y ese riesgo era ser honesta con Jisoo sobre lo que sentía

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Desafiando el Amor || CHAESOO ~ JENLISA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora